Media vida dedicó María Adela Gayoso Cancela a la docencia. Lo recordaba en junio de 2016 en la celebración de su siglo de vida. El lunes, camino de los 102 años, fallecía y su familia, cuidadores, amigos y conocidos le daban un último adiós en el funeral cuyo oficio tuvo lugar ayer en la Iglesia Mayor Parroquial.

Adela llegó a San Fernando a finales de los años 40 tras conseguir su padre un puesto de secretario del Ayuntamiento. Toda la familia se trasladó entonces de Lugo, tierra con la que siempre mantuvo lazos y en la que seguían viviendo algunos familiares. De hecho, allí veraneaba Gayoso todos los años. Desde su llegada siempre estuvo ligada a la enseñanza en el municipio, desarrollando una prolífica labor docente como profesora en distintos centros educativos: Las Carmelitas, Compañía de María, el Patronato de Enseñanza Media Rafael Estrada Arnáiz, los institutos Isla de León y Wenceslao Benítez, además de las Esclavas de Cádiz. Por eso resulta normal que fueran muchas las personas que la reconocieran por la calle y pararan para saludarla. Incluso mantenía el contacto con algunos de sus antiguos estudiantes. Las muestras de condolencias después de esa huella en la educación isleña han sido numerosas estos días al conocerse el fallecimiento de esta mujer centenaria que dedicó casi 50 años a la enseñanza.

Esta veterana profesora dio clases de lengua, literatura, historia, geografía, latín y griego -pero de la rama de Humanidades era la historia del arte lo que más le apasionaba-. No en vano, había estudiado Filosofía y Letras en Madrid, cuando pocas mujeres se sentaban en las aulas universitarias en España. También con la capital madrileña mantuvo sus vínculos a pesar del transcurso de los años. De hecho, cuando este periódico acudió a la celebración de su cien cumpleaños en junio de 2016 reconocía que tenía tres patrias. "No sabría decirle si soy más gallega, andaluza o madrileña", aseguraba. Con un siglo de vida a sus espaldas Adela Gayoso era una mujer vitalista, que seguía la actualidad, salía a la calle todos los días y mantenía su amor por la lectura.