Provincia de Cádiz

La APBC quiere el Muelle 5 de Navantia para la reparación privada de buques

  • José Luis Blanco negocia ya serios recortes en la concesión que debe renovarse en 2020

  • El dique Virgen del Rosario también pende de un hilo

Imagen que ofrecía la semana pasada la dársena comecial del Muelle de Cádiz, con tres buques reparando fuera de las instalaciones de Navantia.

Imagen que ofrecía la semana pasada la dársena comecial del Muelle de Cádiz, con tres buques reparando fuera de las instalaciones de Navantia. / d.c.

A falta de dos años para el final de la concesión de la Factoría para Reparación y Construcción de Buques y Actividades

Complementarias Cádiz, o sea Navantia-Cádiz, los responsables de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz andan ya liados en negociaciones y preavisos sobre el pliego de condiciones que regirá la nueva adjudicación que deberá estar ya firmada a lo largo de 2019 para su puesta en funcionamiento, si se llega a acuerdo, para febrero de 2020.

A un lado del ring tenemos a una APBC centrada ya en la diversificación de sus actividades con el fin de rentabilizar al máximo sus instalaciones, y al otro, una factoría de Navantia a la que parece que le sobra espacio, tal y como demuestra el hecho de que a día de hoy y desde hace más de ocho años tenga zonas como el Muelle 5 o el dique Virgen del Rosario, uno en total desuso y el otro prácticamente sin actividad, respectivamente. Fuentes del sector portuario se pronuncian de manera taxativa a este respecto y denuncian el hecho de que el Muelle 5, muy cercano a la futura terminal de contenedores, se encuentra sin luz y sin operatividad desde entonces.

La recuperación por parte del puerto de Cádiz tanto de ese Muelle 5 como del dique Virgen del Rosario se encontrarán en el epicentro de una negociación que pasará de manera irremediable por la regularización del pago de las tasas correspondientes a esta concesión. El pago del canon anual por parte de Navantia S.A. al puerto de Cádiz viene siendo desde hace años casi un pago simbólico, muy lejano del cálculo real que supondría la ocupación de un dominio portuario que asciende a 325.301 metros cuadrados de superficie terrestre y 283.075 metros cuadrados de lámina de agua.

La Autoridad Portuaria de José Luis Blanco se ve abocada a esta inevitable batalla y a este careo que ya está viviendo sus primeros compases ante la presión de la propia comunidad, que ejerce y vive de la actividad en las distintas dársenas del Muelle de Cádiz esparcidos a lo largo y ancho de toda la Bahía.

La presión por parte de la comunidad portuaria le llega a Blanco desde algunos de los gestores de algunos servicios portuarios y desde algunas consignatarias que consideran que existe un "trato de favor" desde hace muchos años con Navantia.

Claro está que ésta será una batalla con escasas treguas pero la APBC sabe que se le pone por delante un "ahora o nunca" que si no anda lista podría volver a hipotecar un suelo portuario que le podría ser vital para sobrevivir ante las inclemencias en busca de una rentabilidad que exige Puertos del Estado en nombre del Gobierno.

A todo esto, José Luis Blanco se mantiene cauto pero siempre transparente y no niega que existan estas negociaciones y su clara intención, ya expresada en forma de bonificaciones económicas, de potenciar el mercado de las reparaciones de buques más allá de la frontera con Navantia.

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