TODOS los años asistimos en Navidad a una serie de tradiciones que creemos inherentes al acontecimiento del nacimiento de Jesucristo, pero la realidad es que estas costumbres surgieron posteriormente, a veces, en épocas bien cercanas.

Para empezar, no se conoce con precisión la fecha del nacimiento de Jesucristo, ni siquiera hay consenso sobre el año, que parece situarse entre 5 y 7 años antes de ese origen de nuestra era. El día del nacimiento, o Navidad, se comenzó a celebrar en el siglo III, fijándose en el día 6 de enero. El Concilio de Nicea lo trasladó al 24 de diciembre, día en que los romanos festejaban el renacimiento del "Sol Invicto", tras el solsticio de invierno. La celebración de fiestas religiosas en señalados festejos paganos va a ser una constante en la liturgia católica.

Sobre los Reyes Magos hay más discrepancias aún. Solo los nombra el evangelio de Mateo, que habla de varios magos. Al principio la tradición cristiana hablaba de dos magos, después se ampliaron a los doce de la Iglesia siria y armenia, y hasta sesenta de la Copta. Los tres magos pasan a llamarse Reyes en el siglo III, y se les nombra por vez primera en el siglo VI. Baltasar es blanco hasta el siglo XVI, cuando la Iglesia comienza su política expansionista a otros continentes. Lo del reparto de regalos es muy reciente, y es una costumbre de España, Portugal y algunos países hispanoamericanos.

El árbol de Navidad es una tradición pagana de los pueblos nórdicos en el solsticio de invierno; era una ofrenda para que los robles resurgieran a la vida tras el frío invierno. Esta tradición se cristianizó utilizando abetos, y no se expandió hasta que en 1840 el príncipe Alberto le regaló un gran árbol de Navidad a la reina Victoria de Inglaterra. El cine, la televisión y la publicidad han hecho el resto.

Lo de Papá Noel es más curioso aún. La tradición de regalos de San Nicolás se popularizó en los países nórdicos y en Rusia, pero su inconfundible aspecto de anciano venerable, gordinflón y vestimenta roja, omnipresente hoy en todas las fiestas navideñas, fue un invento de la Coca-Cola para una campaña publicitaria en los años 30 del siglo pasado.