Tiempo de perdón. Las fechas cuaresmales unen como el Loctite y hasta la cofradía del Nazareno felicita al proscrito Martínez Ares olvidada ya, al parecer, su presunta afrenta a Juan Pablo II. Aragonés y Raúl se dan la mano en una nueva pantomima nacional, aunque bienvenido sean los gestos de reflexión. El seleccionador se flagela con el 'Yo pecador' mientras arranca la campaña de elecciones sin respetar que estamos en Cuaresma. Los capillitas, atareados como es lógico, no tienen tino para prestar atención a los políticos que inician su rosario de promesas en Cádiz, la primera ciudad para empezar a embaucar y la última siempre en beneficios. Hermanos votantes, demos el beneficio de la duda a estos pecadores de chaqueta y corbata, pues unas palabras suyas bastarán para sanarnos. Escuchemos sus súplicas y actuemos en consecuencia. Nos quedan por delante cuatro años de arrepentimiento.