Cuando anoche esperábamos aclararnos de una putrefacta vez sobre lo que iban a hacer Puigdemont y los suyos, y lo que iban a responder Rajoy y los nuestros, nos encontramos con (otra vez) una situación payasesca: que todo se vuelve a aplazar. Bueno, parece que les gusta el suspense o que simplemente después de haberla liado de una manera histórica, y de haber dejado que se líe de una manera rajoyana, no saben qué hacer para desatar este nudo que pierde todo lado cómico en cuanto somos conscientes de que la cosa sigue estando en el filo de la tragedia. Hemos de volver a esperar. Vale, tenemos paciencia, estamos obligados a tenerla. Pero mientras, vemos que en múltiples corrillos y tertulias de bar el momento histórico adquiere tonos de comedia cada vez más chusca. Puestos a elegir, más vale esta forma de tomarse las cosas que la de ciertas invocaciones heroicas.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios