Turismo Cuánto cuesta el alquiler vacacional en los municipios costeros de Cádiz para este verano de 2024

Definitivamente encontrarte con la tragedia de cara y sin filtros es bien diferente a verla a través de la tele. Así somos, ante algo feo primero negamos y ante la evidencia normalizamos, nuestro umbral de asombro está tan alto que lo común nos parece normal incluso cuando lo común es la tragedia. Hace unos días la vida me ha dado una oportunidad de tomar conciencia y diferenciar ambos conceptos, sentir la nerviosa necesidad de saber y de intentar ayudar aunque sólo sea a través de un compromiso personal y social.

La del día H era una mañana cualquiera hasta que me encontré con un grupo de chavales que sin yo saberlo, acababan de pasar por una experiencia terrible; la de huidos de la miseria, navegar en una fría y ventosa noche al pairo del pánico y la corriente, hasta arribar a un destino inusual pero igual de incierto que todos los demás.

No supe que eran inmigrantes hasta después de que pasara todo, en ese momento sólo eran un grupo de chavales en un pinar, raro por la hora pero nada más. Al verme solo se quedaron dos, el resto salió corriendo, uno de ellos llegó a pedirme con gestos mi móvil pero no me había dado cuenta de lo que hacían, cuando salieron despavoridos. Aun hoy me pregunto qué fue lo que vi en sus caras para en lugar de correr más que ellos, sentir una tremenda confianza.

Jamás voy a olvidar una mirada que me puso en mi sitio como ninguna otra. Nunca antes me había visto tan en la necesidad de querer ayudar a unas personas que huyendo de la miseria, deciden emprender un duro camino que suele durar meses y que en el mejor de los escenarios son escupidos y en el peor les lleva a la muerte. Un viaje a ninguna parte que en la mayoría de los casos es decisión propia, no de las mafias, otra cosa es que estas se aprovechen de ellos por el camino.

Nigeria, Camerún, Congo, Senegal.. el punto de partida tiene distintos nombres pero el de llegada, solo tres: Ceuta, Melilla o la península ibérica. Los focos se detienen en la última estación de la travesía pero ocuparse del por qué y de lo que sucede durante el recorrido es lo que haría que cambiaran algunas cosas. Quizás las palabras invasión, avalancha o mafia, utilizadas para preparar a la opinión pública de que es necesario una reforma de la ley de extranjería y un aumento de los medios de represión, definirían mejor lo que hacen las empresas europeas con los recursos africanos.

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