Turismo Cuánto cuesta el alquiler vacacional en los municipios costeros de Cádiz para este verano de 2024

El listado es extenso, demasiado extenso. Puesto sobre el papel nos permite recorrer buena parte de la ciudad y, también, buena parte de nuestra historia de las últimas décadas. Pero sobre todo nos deja un mensaje: la ingenuidad de una ciudad, de sus gobernantes, a la hora de buscar la colaboración de otras administraciones en su desarrollo urbanístico. De como desde siempre un Ayuntamiento históricamente escaso de dinero no ha dudado en ceder solares y edificios de su propiedad para que otras administraciones se ahorren sus buenos cuartos a la hora de instalar en la capital equipamientos de su competencia.

Este 'buenismo' ha sido aprovechado, exprimido, hasta niveles grotescos sobre todo si nos fijamos en las elevadas inversiones que estas mismas administraciones no han dudado en destinar a otras capitales de la región y grandes ciudades de esta misma provincia. Cabría hacer algún día cuentas sobre el millonario ahorro acumulado en todas estas operaciones y sumarlas a las que se han ido descartando también a lo largo de estos mismos años en Cádiz.

Hace apenas unos días la Junta inauguraba la primera estación de autobuses interurbanos de la ciudad. La última en abrir en toda Andalucía. La más pequeña y, también, la más barata. Visualmente un mero apeadero (8 andenes sobre los 16 inicialmente previstos, y veremos si no nos tendremos que lamentar pronto de la falta de estacionamientos) cuyo coste final le ha supuesto a las arcas autonómicas un ahorro de unos 5 millones de euros sobre el proyecto original.

Ya puestos a ahorrar ahí tenemos al Hospital Regional, nunca construido y que nunca se construirá, o el albergue juvenil para el que, como no, el propio Ayuntamiento cedió suelo en Puntales. Ahí está la Ciudad de la Justicia salvada en el último minuto gracias, otra vez, al mismo municipio que le ha puesto en bandeja varios edificios de los Depósitos de Tabacos. Un complejo que debía ser un dinamizador social y económico para la ciudad y que va a convertirse en la mitad de su terreno en un centro administrativo. Aún tiene la Consejería de Justicia que presentar el proyecto definitivo y el coste del mismo, pero está claro que saldrá ostensiblemente más barato de lo que se iba a gastar en el proyecto original en San Severiano.

Lo cierto es que cuando toca rascarse el bolsillo a las administraciones públicas parece que les cuesta si el objetivo es esta ciudad. No es victimismo: es historia pura.

Fueron fondos gaditanos los que, en su gran mayoría, levantaron las fortificaciones que, siglos más tarde, pasaron a manos de la ciudad tras haber pasado por caja el Ministerio de Defensa de turno; aquí se construyó un premiado paseo marítimo pagado por el propio Ayuntamiento cuando en otras capitales fue Costas la que los financió; aquí se levantaron instalaciones deportivas, como un estadio, piscinas y pistas variadas, sin apenas pesetas o euros procedentes de subvenciones estatales o regionales. Y ya puesto, el Ayuntamiento de José León de Carranza acabó al borde de la quiebra al verse obligado a financiar la construcción del puente que llevaría el nombre de su alcalde-promotor, mientras el gobierno de Franco sí pagaba puentes de mayor calado en otros puntos del país.

Esta ciudad ha dado suelo gratis a otras administraciones para viviendas (las últimas las del Matadero, un proyecto de pisos sociales cuya lentitud en su ejecución debería de enrojecer a sus promotores autonómicos), para la construcción de la Audiencia o para el viejo INP (en este caso, a precio de coste), o para complejos educativos (Casa de las Artes, Instituto Cornelio Balbo...). Viva el todo gratis.

No es victimismo. Es una realidad cimentada por numerosos proyectos a lo largo de la historia. Hoy, mientras que la Junta se vuelca en el Museo de Camarón aportando 3,5 millones de euros, deja en el aire su prometida participación en el Museo del Carnaval... de Cádiz. Primero iba a ser un millón escaso, ahora hablan de que el Ayuntamiento deberá pedir la subvención y veremos si se les da.

Hoy la Junta rechaza trasladar el Centro de Arqueología Submarina porque tendría que gastarse mucho dinero en rehabilitar dependencias del Castillo de San Sebastián (por cierto, fortificación que la Junta iba a reformar íntegramente de cara al Doce y que después dejó en el olvido). Eso sí, pide la colaboración municipal para vender ya Tiempo Libre... porque no quiere rehabilitar este hotel público.

Y no olvidemos a la administración central, que construirá, esperemos, su nueva comisaría tras un trueque con un Ayuntamiento queva a tener que asumir las costosas obras de la avenida de Astilleros y del parque de las Calesas que correspondían a Adif.

Cádiz, como siempre, de oferta.

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