Corren buenos tempos para el equipo de Álvaro Cervera. Siete jornadas sin perder, con cuatro empates y tres victorias, son motivo de dicha buena racha. La última el pasado domingo en Carranza, en un partido con dos caras que se decidió por la expulsión del jugador del Alcorcón. Hasta entonces el Cádiz no mereció nada. A partir de ahí se fue a por el partido y vaya como lo hizo. Que el rival se quede con uno menos no garantiza nada y estamos hartos de verlo semana tras semana. Pero los amarillos sacaron esa cara buena y resolvieron un partido que se estaba poniendo muy feo. Ortuño es una garantía arriba. No solo ya por los goles que mete, sino también por los que no mete pero lo intenta. Se está destapando como un auténtico ratón de área, de los que hace años que no se veían en Carranza. Y la labor del equipo en general es excepcional. Con la victoria ante el Alcorcón vuelven los cantos de sirena y la buena clasificación devuelve a la afición la ilusión por ascender a primera. ¿Debemos ir a por ello?. Rotundamente no. Al menos no por ahora. La guerra del Cádiz debe ser la de la filosofía del Cholo, la del partido a partido. Lo fundamental es ir amarrando puntos, engordando la bolsa, y el objetivo no es acercarse a los primeros puestos sino distanciarse de los últimos, los que te meten en descenso. Pensar ahora en ascensos es una frivolidad. Bonita, pero frivolidad. El Cádiz necesita la permanencia y solo cuando esta esté amarrada se debe pensar en cotas mayores. Evidentemente si la cosa sigue en plan triunfal habrá que cambiar el discurso.

Si nos sale una temporada de ensueño ¿por qué no vamos a soñar?. Vale, pero creo que es pronto para hacerlo. Solo se alcanza el cielo teniendo los pies en el suelo. Así pues, vayamos con humildad y pensando que podemos ganar a cualquiera, pero también pensando que cualquiera nos puede ganar en esta división tan igualada. Hoy jugamos contra el colista, en partido que parece fácil sobre el papel. Error. La pasada semana Cervera avisó de que el partido contra el Alcorcón (otro de los de abajo) no le daba buena espina y lo clavó en la primera parte. El Nastic está último, sí, pero en las tres ultimas jornadas ha sacado seis puntos, con victorias ante el Mirandés y el Getafe, equipo que está prácticamente igual que el Cádiz. Confianzas, las precisas.

Las bajas están pasando factura al Cádiz y se avecina un once de urgencia. Calidad en el banquillo hay, pero pasito a pasito. Sacar algo positivo en Tarragona sería maravilloso, tanto por sumar en clasificación como por hacerlo en ilusión y en tranquilidad. La semana que viene visita Carranza el Zaragoza, todo un clásico, y todavía nos queda jugar antes de que termine el año contra el Sevilla Atlético, que está siendo la revelación de la temporada. Así que soñemos, por qué no, pero no antes de tiempo. Que en esta liga tan larga llegarán las vacas flacas. De hecho ya llegaron y las pasamos. Y aquí somos de verlo todo negro a blanco, y viceversa, en dos semanas. Paciencia.