Una vez más El Puerto aparece en los medios nacionales. Y una vez más, no es para bien. En esta ocasión tampoco se habla de nuestras playas o gastronomía. Hoy en día de poco vale salir con bonitas fotos en las antiguas guías de viaje de papel, cuando en Internet el posicionamiento de El Puerto es perjudicial para la marca ciudad.

Como muestra de ello, hagamos el ejercicio de buscar en Google "El Puerto de Santa María". De las diez primeras noticias que aparecen, tres de ellas hacen referencia a delitos como tráfico de drogas, cultivo de setas alucinógenas o comercialización ilegal de caballitos de mar. Otras tres corresponden al curioso capítulo protagonizado por el concejal Javier Botella. Más de una semana después todavía es el tema principal en Google. En los días en los que saltó la noticia ésta ocupaba los primeros puestos según el buscador. Incluso este fin de semana un suplemento dominical de los más leídos en España nos dedicaba una página completa. Desgraciadamente, solo dos de las noticias destacadas en Google son positivas.

Aquellos que representan a El Puerto olvidan cómo vivimos en un mundo hiperconectado. Olvidan que la reputación de las ciudades se construye hoy en el entorno online. Salimos mal por culpa del que mete la pata, pero también de aquellos que en su guerra partidista dan bombo y platillo en sus redes sociales a hechos que no nos ayudan a atraer inversión, turismo o talento. No hay que ser un iluminado para saberlo, con tener sentido común basta.

¿Cómo contrarrestar estos mensajes negativos? Generando contenido. ¿Cómo se genera? Contando historias y creando relaciones con medios de comunicación y líderes de opinión. Me pregunto, si El País realiza un reportaje sobre Vejer, con el título "la niña mimada del sur", ¿por qué El Puerto no puede también aparecer de forma positiva? ¿Alguien en el Ayuntamiento ha llamado alguna vez a un periodista en Madrid? Aún recuerdo cuando un importante medio nacional publicó que el Castillo de San Marcos estaba en la ciudad de Cádiz, sin que nadie hiciera nada por corregirlo.

El Puerto necesita una estrategia de comunicación 360o, alineada entre todas las áreas institucionales. Por ejemplo, nada tienen que ver los mensajes que lanza Turismo con los que difunde los perfiles institucionales del Ayuntamiento. Ni en fondo ni en forma. El turismo no se atrae subiendo a Facebook recomendaciones de restaurantes, como si de las páginas amarillas se tratase. Es mucho más efectivo que líderes de opinión digitales hablen bien de nuestra ciudad. Muchos de ellos vienen recurrentemente a Cádiz y nadie les llama.

Nuestro concejal disfrazado no ayuda al posicionamiento de nuestra ciudad, pero habría que reflexionar sobre qué otras acciones hacen que en Madrid se hable de El Puerto más por lo anecdótico, la chufla y lo burlesco, que por el tesoro cultural, monumental, medioambiental y gastronómico que tenemos en nuestras manos.