Nunca como hasta ahora Andalucía había reivindicado el 4 de diciembre. Ha sido una fecha muy discutida. 28 de Febrero o 4 de diciembre. Luchas políticas de por medio, han hecho un enfrentamiento de ambas fechas. Pero este año, quizás por los acontecimientos catalanes, el 4 de diciembre ha adquirido una dimensión especial. Se han escuchado opiniones diferentes de lo que significó esa multitudinaria manifestación.

Muchos opinan sin haber estado allí. Más de dos millones de andaluces, ante la sorpresa del resto del país, salieron a la calle para decirle al resto de España que Andalucía existía y que queríamos tener las mismas oportunidades que los demás. Se quería partir en igualdad de condiciones, no menos que los demás. No era fácil movilizarse en el año 1977 cuando todavía se respiraba aires de dictadura. Cádiz tuvo una gran movilización a pesar de las inclemencias del tiempo. Pero les puedo asegurar que fue de una emotividad grandiosa. Los andaluces sacábamos el orgullo que teníamos escondido. Cierto es que partíamos en unas condiciones muy inferiores al resto del país.

El adelanto, la modernización, de la mayoría de las regiones no tenían nada que ver con las infraestructuras, la sanidad, la educación, que teníamos nosotros. Partíamos con un 15% de analfabetos mayores de 16 años que casi duplicábamos la media nacional. No teníamos ni 100 kilómetros de autopistas o autovías. Por eso salimos a la calle, porque queríamos tener voz en la nueva España que se creaba. Hoy Andalucía ha cambiado.

Los servicios públicos son la gran garantía del avance en la comunidad. Tenemos una sanidad y una educación al nivel de las mejores. Tenemos mas de doscientos mil alumnos universitarios y universidades en todas las provincias. Pero seguimos con un gran problema. El paro no consigue cambiar las estadísticas. Hoy con un desempleo del 36,3 somos una de las comunidades con más paro de Europa. Ha sido y sigue siendo la gran asignatura de la autonomía andaluza. Un paro, una desindustrialización, que no ha logrado salvar la historia. 41,7% de los andaluces están en riesgo de pobreza.

Y Cádiz está a la cola. Una provincia con un potencial turístico enorme que no logra salir de los peores resultados. En parte por la falta de infraestructuras, en parte por la mala planificación que ha habido y sigue, y en gran parte por la mala política que ha tenido esta provincia. ¿Cuántos planes de empleo ha tenido la Bahía? ¿Cuántas zonas de urgencias de industrialización se han hecho? ¿Cuántas pérdidas? ¿Cuánto dinero perdido y mal gastado? Y al final, la realidad es que no hay empleo en la Bahía. Acostumbrados como hemos estado a lo público no se ha sabido generar las condiciones para atraer un mercado privado que dé empleo y estabilidad a la provincia. El turismo no consigue dejar la temporalidad, con un empleo creciente pero temporal y de bajos salarios. Cádiz tiene condiciones pero las luchas políticas unas veces y la falta de talento otras, han hecho que los jóvenes tengan que emigrar para dar estabilidad a su vida. Esa es la gran asignatura de nuestra autonomía, el empleo.