El padrón amenaza con reducir la representación gaditana en las Cortes Generales

Cádiz perderá un diputado si en 2024 hay elecciones generales

El hemiciclo del Congreso de los Diputados, en una sesión plenaria del pasado septiembre.

El hemiciclo del Congreso de los Diputados, en una sesión plenaria del pasado septiembre. / Alberto Ortega/Europa Press

La provincia de Cádiz tendrá que elegir a ocho diputados nacionales y no a nueve, como sucedió el pasado mes de julio, si la legislatura recién iniciada resultara ingobernable y hubiera que celebrar unas nuevas elecciones generales a lo largo de 2024.

La última revisión del padrón publicada esta misma semana por el Instituto Nacional de Estadística (INE), y que es la herramienta que se usa para distribuir los 350 escaños de la Cámara Baja entre las diferentes provincias españolas, sólo prevé actualmente el baile de una de esas actas. De esta manera Cádiz perdería ese noveno diputado y la circunscripción que la ganaría sería la de Tenerife, que pasaría a contar con ocho, es decir, uno más de los que tiene actualmente.

Esta variación se produce porque, aunque el padrón de la provincia de Cádiz sigue creciendo –de hecho hemos superado por primera vez el listón de 1.250.000 habitantes–, más lo está haciendo el de otras provincias españolas. En concreto, en la pugna por ese hipotético último escaño de congresista que estaría en el aire, a Cádiz le habrían adelantado no sólo Tenerife sino también Navarra y Soria, que aunque tienen en todos los casos un padrón inferior a la provincia gaditana sí presentan mejores porcentajes en los coeficientes particulares por los que se distribuyen estos escaños en el Congreso de los Diputados.

Este último hecho lleva a pensar que las opciones de que Cádiz pueda terminar salvando su noveno diputado son bastante remotas aun cuando la legislatura se mantenga estable y las nuevas elecciones generales no se celebren hasta finales de 2027, que sería la fecha tope.

La provincia de Cádiz contó con ocho diputados nacionales en las tres primeras elecciones generales, las de 1977, 1979 y 1982. Ya en los comicios de 1986 el padrón le dio el noveno diputado, que mantuvo hasta que lo perdió en las generales de 2011. A partir de ahí, en concreto desde las generales de finales de 2015, el caprichoso padrón le devolvió a Cádiz su noveno diputado, que ha podido mantener posteriormente en las elecciones generales de 2016, las dos citas de 2019 y las del pasado julio.

Este reparto de escaños en el Congreso de los Diputados viene regulado en el Capítulo III del Título II de la Ley Orgánica 5/1985, del Régimen Electoral General. En el mismo se refleja que la Cámara Baja contará con 350 diputados, que cada provincia (hay 50) tendrá como mínimo dos representantes y que las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla sólo tendrán uno cada una de ellas, y fija igualmente el reparto de los 248 escaños restantes. En concreto, para este último procedimiento se aplica un baremo sustentado en el último padrón oficial de habitantes, que actualmente sería el de enero de 2023 aprobado y publicado hace pocos días.

Este baremo va repartiendo los escaños sobrantes por provincias primero por sus números enteros y posteriormente por sus décimas y centésimas. De esta manera, para las elecciones generales del pasado julio, y en las que se usó el padrón de enero de 2022, Cádiz logró mantener el último escaño en juego por apenas tres centésimas de punto, al superar su 0,51 de cuota particular al 0,48 de Badajoz y al 0,47 de Tenerife.

En esta ocasión, y si se convocaran elecciones generales para 2024, ese último diputado sería para Tenerife, con una cuota de reparto de 0,48, adelantando a Navarra (0,46), a Soria (0,46) y a Cádiz (0,45).

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