Primer lunes de cuaresma Acto penitencial del Consejo de Hermandades

La amenaza de lluvia relega el vía crucis del Huerto al templo

  • La Cuaresma tuvo el mismo comienzo de los dos últimos años. El mal tiempo impidió la salida de este acto penitencial del Consejo que ayer presidió el Cristo del Huerto

Podría decirse que ayer hubo dos vía crucis. El que organiza el Consejo cada primer lunes de la Cuaresma y el que sufrieron los hermanos de la Sagrada Oración en el Huerto durante todo el día a causa de la amenaza de lluvia, de nuevo presente.

Su titular, coincidiendo con el 175 aniversario del nacimiento del beato Marcelo Spínola en La Isla, presidió de manera extraordinaria este solemne acto penitencial que el mal tiempo, otra vez, relegó al interior del templo. No es muy habitual que una imagen de la Oración en el Huerto presida un vía crucis por la calle. En La Isla, desde luego, resultaba algo inédito. Y era, además, la primera salida de esta imagen tras la reciente restauración a la que fue sometida en los talleres sevillanos de Fernando Aguado. Había cierta expectación, especialmente entre los hermanos, pero también, en general, entre los cofrades. No en vano hacía ya dos años que el vía crucis del Consejo no pisaba las calles a causa de la lluvia. Y lo ocurrido con Santo Entierro en 2008 y con los Servitas en 2009 era una escena que, anoche, tenía muchos visos de repetirse de nuevo, como finalmente ocurrió.

Ya a media tarde, la junta de gobierno a través del Consejo avisó a las hermandades de penitencia para que prescindieran de las cruces de guía con las que estaba previsto marcar las quince estaciones del vía crucis. Todavía no se había tomado una decisión, pero la opción de quedarse dentro de la iglesia ganaba puntos conforme avanzaba la jornada. No fue sino hasta pocos minutos antes de las nueve de la noche -la hora fijada inicialmente para la salida del vía crucis- cuando la junta de gobierno optó definitivamente por no salir y celebrar el vía crucis dentro de la parroquia, lo que comunicó al presidente del Consejo.

La parihuela con la imagen de Nuestro Señor Jesucristo en su Sagrada Oración en el Huerto, ataviada con su sencilla túnica morada que resaltaba sobre una camisa blanca, se colocó en el centro de la iglesia, ante el altar mayor y con todas las velas de los candelabros encendidas. Y en torno a él discurrierron las quince estaciones del vía crucis que predicaron el arcipreste de la ciudad, Salvador Rivera, y el párroco y director espiritual de la hermandad, Luis Palomino.

Las reducidas dimensiones del templo hicieron que pronto se viera completamente abarrotado. Tanto, que los asistentes tuvieron que abrir hueco a modo de pasillo a medida que la cruz y los ciriales que marcaron el ejercicio de las estaciones iban avanzando en su recorrido. Arriba, en el coro, se intercalaron los motetes de los niños de la escolanía carmelitana con las piezas de la capilla musical Orpheus.

De la Oración en el Huerto a la Resurrección, las estaciones del vía crucis repasaron ayer la Pasión del Señor con meditaciones elaboradas por la hermana Concepción Montoto, esclava del Divino Corazón de Jesús de Sevilla, a partir de textos del beato Marcelo Spínola.

Aún dentro del templo, para la hermandad del Huerto, el acto penitencial que se celebró anoche en la Pastora fue uno de los momentos más especiales de la conmemoración del 175 aniversario del nacimiento de su titular, el beato Marcelo Spínola, que celebra este año. Para el Consejo y el resto de cofradías fue también el auténtico inicio de una nueva Cuaresma que apura los tiempos para alcanzar el Domingo de Ramos: la Cuaresma de la Magna.

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