San Fernando

La Isla vuelve a abrir los brazos este verano a 33 niños saharauis

  • La asociación de amigos saharauis de San Fernando (Amisafe) proporciona a los menores acogida durante dos meses dentro del programa Vacaciones en paz

Cada año miles de niños saharauis esperan impacientes la llegada del verano para partir rumbo a España a disfrutar de unas vacaciones en mejores condiciones. La asociación de amigos del pueblo saharaui de San Fernando (Amisafe) colabora desde 1991 proporcionando a esos chicos un verano de acogida.

Este verano Amisafe ha traído a 33 niños saharauis, de entre ocho y 12 años, que permanecerán en San Fernando durante dos meses, del 15 de junio al 15 de agosto.

El principal objetivo de estas vacaciones reside en alejar a estos niños del fuerte calor estival del Sahara. En este sentido, para que disfruten lo máximo posible, la asociación prepara diversas actividades para realizar en estos dos meses, como un paseo en barco o unas jornadas en una granja escuela, además de las dos meriendas tradicionales que se organizan cada año.

Pero el plan Vacaciones en Paz no consiste sólo en un retiro vacacional, sino que también se hace pensando en mejorar las condiciones de salud y alimentación de los niños, por lo que nada más llegar se les realiza un reconocimiento médico. "Tenemos un acuerdo con la Junta de Andalucía para que la Seguridad Social los examine y si están enfermos, los cure o incluso los opere", declara Manuel García, presidente de la entidad. Algunos niños includo han podido quedarse un año mientras se recuperaban de sus problemas sanitarios.

Pero la solidaridad no es gratuita y traer a estos niños, junto con los monitores obligatorios, cuesta a las familias unos 600 euros por cada niño. Por este motivo la asociación ha recibido del Ayuntamiento una subvención de 5.000 euros, que si bien son de gran ayuda no alcanzan a sufragar una cuarta parte de los gastos. Para ello Amisafe realizó antes de la acogida varias cenas benéficas.

Estos gastos y la crisis económica provocaron que este año se apuntaran pocas familias al principio, aunque según el presidente de la entidad, poco a poco las peticiones fueron alcanzando el nivel habitual. Una vez llegue el 15 de agosto, los niños partirán de nuevo hasta el Sahara. "No es un trauma en absoluto. Aquí están muy bien, pero es lógico que quieran estar con su familia. Cuando se van seguimos en contacto", finalizó García.

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