Las vías alternativas a la peatonalización se saturan

El proceso de adaptación de los conductores tras el cierre al tráfico rodado de los tramos más céntricos de la calle Real deja varios puntos conflictivos en la ciudad

Nudo de Venta de Vargas, hacia donde se desvía el tráfico que no puede acceder a Real.
Nudo de Venta de Vargas, hacia donde se desvía el tráfico que no puede acceder a Real.
A.r. / San Fernando

11 de mayo 2009 - 01:00

Son los inconvenientes de la peatonalización o, mejor dicho, del cierre progresivo de la calle Real al tráfico rodado por las obras del tranvía. Las vías alternativas que se han potenciado para absorber el grueso de la circulación llegan a ser caóticas en algunos puntos durante las horas punta. Tanto es así, que la Policía Local ha tenido que incidir en dichos puntos para intentar hacer más fluido el tráfico, según explicó a este periódico el delegado municipal de Transportes, Daniel Nieto (PP).

¿Y cuáles son esos puntos negros que han surgido? Pues ninguno que no existiera antes. Son, en realidad, situaciones que se han visto agravadas a consecuencia de la peatonalización y el desvío del tráfico rodado hacia otras zonas de la ciudad.

Es lo que ha ocurrido con el eje que forman las calles Isaac Peral desde su acceso por Arenal (Parque Almirante Laulhé) y Dolores, que enlaza con San Marcos, una vía que ha quedado saturada con el cierre del último tramo de las obras.

Lo mismo ocurre en la rotonda de los Hornos Púnicos, donde además acaban de comenzar las obras para suprimir los aparcamientos y adecuar un tercer carril de circulación. Y en la salida de la calle San Diego a Arenal y a la rotonda de General García de la Herrán, que también enlaza con la avenida Reyes Católicos.

La mayor afluencia de tráfico que registran estos ejes alternativos a la calle Real se ha dejado notar también en algunas confluencias, como en la esquina de Santa Teresa con Calatrava, que enlazan también con la rotonda de la Venta de Vargas y con uno de los accesos de la ciudad.

Otra rotonda, la de la avenida Reyes Católicos (la apisonadora), también llega a registrar una importante afluencia de vehículos a determinadas horas del día.

En la otra punta de la ciudad, la calle Santo Entierro (Callejón Nuevo) así como San Marcos y San Onofre han visto incrementado el tránsito diario de vehículos a consecuencia también de las obras, una situación que se repite en la avenida Manuel de Falla y la calle Colón. Allí, la presencia de vehículos estacionados en doble fila llega a ser habitual, sobre todo en la primera de estas vías, que está cerrada al tráfico a causa de los trabajos de la calle Real. El tramo de calle, dada su comodidad al no haber circulación, es utilizado casi como una zona de carga y descarga.

Evidentemente, la Ronda del Estero y la avenida Pery Junquera han recibido también una mayor afluencia de vehículos desde que se iniciaran en septiembre de 2008 las obras del tranvía. Sin embargo, dadas sus características, se trata de vías que han absorbido mejor este incremento del tráfico. Los ejes de San Marcos y San Onofre y, por otro lado, las avenidas Al Ándalus, León Herrero y Arenal presentan más dificultades. De hecho, hay previstas varias actuaciones para hacer más fluido el tránsito de vehículos.

La existencia además de obras puntuales en estas rutas alternativas dificulta aún más el tráfico, como ocurrió con las obras de emergencia que tuvieron que hacerse en la calle Ancha, que obligaron a dar largos rodeos al taponar una de las vías favoritas de salida de la ciudad. Por otro lado, los accesos a la ciudad, especialmente el de La Ardila, se ha visto complicado con las obras del tranvía.

stats