Del anhelado desarrollo de Fadricas se lleva más de una década hablando en La Isla. Desde que, a finales de los años 90, Defensa desmilitarizó la zona y trasladó los polvorines a Rota. Desde que, poco después, aprobara la desafectación de este medio millón de metros cuadrados de suelo que se extiende entre Caño Herrera y Bahía Sur, por un lado, y la Casería de Ossio, por otro. Desde que en julio de 2002, hace diez años ya, Ministerio y Ayuntamiento suscribieran el protocolo de intenciones para la recuperación de suelo militar del que tanto se ha hablado y que incluía la totalidad de estos terrenos. Desde que, en enero de 2007, el anterior alcalde, el andalucista Manuel de Bernardo, anunciara la controvertida reserva de suelo para evitar una operación urbanística similar que la Junta de Andalucía tenía previsto llevar a cabo apenas unas semanas más tarde.

Pocos, sin embargo, son los que han puesto un pie en estos ansiados terrenos que han llenado páginas y páginas de periódicos. Hasta ayer. El alcalde, José Loaiza, acompañado del grueso de su equipo de gobierno -Daniel Nieto, Ángel Martínez, Manuel Raposo, Pascual Junquera, María José de Alba, Úrsula Ruiz- abrieron las puertas de Fadricas y recorrieron los polvorines para conocer de primera mano el estado en el que se encuentran estas instalaciones una vez que Defensa ha firmado -lo hizo días atrás- el acuerdo de bases para sumarse, junto al resto de propietarios afectados por la reserva, al desarrollo de esta bolsa de suelo.

La visita no dejó lugar a dudas. Fadricas y Punta Cantera cuentan con un enorme potencial de desarrollo. Otra cosa, claro está, es ponerlo en marcha, que es lo que toca ahora. Y acertar con ese desarrollo. Para eso, todavía quedan años -unos cuantos por lo menos- y muchos trámites por delante. Pero una cosa es segura: el futuro de La Isla pasa por este medio millón de metros cuadrados, por saber articular las propuestas adecuadas para que la ciudad cobre el impulso que aguarda desde hace décadas. Fadricas es el suelo del futuro. Loaiza lo dijo varias veces durante su paseo -casi campestre- por los polvorines: "Ahora mismo, es el mejor suelo que hay en la Bahía".

Y ello, en gran medida, se debe a que estos terrenos han estado 'protegidos' durante décadas al estar en manos de Defensa y tener un uso militar, lo que ha impedido cualquier tipo de desarrollo urbanístico. Algo similar a lo que hace veinte años pasó con la playa de Camposoto. Es un suelo virgen. Toda una oportunidad con vistas únicas al saco interior de la Bahía.

La visita de ayer tuvo mucho de simbólica: por primera vez, se pudo entrar en los polvorines de Fadricas, previa autorización de la Subdelegación del Gobierno en Cádiz. Y se pudo realizar sobre el terreno una convocatoria de prensa. Ahora, el Ayuntamiento quiere dar un paso más. Y quiere organizar una jornada de puertas abiertas para mostrar estos terrenos a toda la ciudadanía. Todavía no hay fecha para ello y la iniciativa tiene que resolver un importante escollo en materia de seguridad antes de llevarse a cabo ya que las instalaciones que existen se encuentran en mal estado de conservación. Algunas, prácticamente en ruinas, amenazan con venirse abajo en cualquier momento. Pero el equipo de gobierno está decidido a mostrar los polvorines a La Isla. Es el gran logro -también- del primer año de mandato de Loaiza. El delegado de Presidencia y Ciudadanía, Daniel Nieto, lo confirmó a este periódico. "Estamos trabajando en estas jornadas de puertas abiertas, pero hay que hacerlas bien", apostilló.

El alcalde, por su parte, dejó bien claro que Fadricas, los polvorines, mantendrán su acceso restringido -el recinto está vallado y a cargo de vigilantes de seguridad- hasta que pueda comenzar el desarrollo urbanístico de los terrenos.

Loaiza, además, confirmó que, sobre la mesa, la delegación específica de Urbanismo, integrada en la macro-área de Desarrollo de la Ciudad, cuenta con tres borradores, tres anteproyectos que recogen las ideas básicas de lo que allí se pretende llevar a cabo: viviendas, hoteles, zonas verdes, espacio reservado a la actividad económica, al ocio, restaurantes, un puerto deportivo... Prácticamente todas las propuestas conocidas hasta el momento -aunque diferentes entre sí- han coincidido en este diseño que debe respetar los 21 polvorines protegidos y la franja de servidumbre de cien metros de Dominio Público Marítimo Terrestre.

Ahora -dijo el regidor- "el siguiente paso es ponerse de acuerdo para desarrollar el instrumento de planeamiento, hay que redactar un plan de sectorización". Y eso es lo que se hará en los próximos meses. No hay plazos. Al menos, Loaiza rehusó concretar alguna fecha al respecto. Son muchas las partes a poner de acuerdo y eso requiere tiempo y tranquilidad en los trámites. Fadricas todavía tardará años en ser una realidad. Pero por primera vez ha abierto sus puertas.