Manuel Jiménez Barrios es, desde ayer, oficialmente, el nuevo delegado del Gobierno andaluz en Cádiz. Él mismo se sorprendió, agradecido, de la enorme afluencia de público que llenó hasta más allá de la puerta el salón de actos del edificio de la Delegación del Gobierno, en la plaza de España de la capital gaditana. Tanto fue así que, al finalizar el acto, Jiménez Barrios destacó la enorme asistencia de público a su toma de posesión, "donde ha estado representado todo el tejido social, económico y político de la provincia". Interpretó que es un "llamamiento colectivo, de reforzar la idea de trabajo conjunto" en un momento en que "los ciudadanos están un poco cansados de situaciones de gresca que no conducen a nada".

Escoltado por el nuevo consejero de Gobernación y Justicia, Francisco Menacho, el sucesor de Gabriel Almagro también contó en los asientos del salón con compañeros, amigos y numerosas personalidades.

Tras el juramento de su nuevo cargo, tomó la palabra Jiménez Barrios. En su discurso aludió, en dos ocasiones, al momento convulso que vive el PSOE (aunque sin citarlo expresamente): "He llegado hasta aquí tras una larga caminata de compromiso público, convencido de la necesidad de la política. Es un puesto de responsabilidad al que ya he manifestado varias veces me hubiese gustado llegar en otras circunstancias, pero al que, no le quepan dudas, dedicaré todo mi esfuerzo y mi humilde conocimiento". A continuación, añadió: "Créanme, tienen a un chiclanero nacido en Bornos a su disposición y créanme cuando les digo que desde el vértigo que dan los cambios intentaré razonablemente estar a la altura".

Por último, el nuevo responsable andaluz en la provincia afirmó que "el único encargo" que le ha encomendado Griñán es "hacer todo lo posible para ayudar a salir de la crisis, empujando, coordinando y haciendo visible las medidas que el Gobierno andaluz pone y pondrá en marcha en la provincia".

Por su parte, el consejero Menacho destacó el talante "dialogante y conciliador" de Manuel Jiménez Barrios. Durante su discurso, Menacho señaló que tanto él como Jiménez Barrios llegan a sus cargos "en tiempos difíciles", aunque dispuestos a hacer frente a los "grandes retos" que les plantea su nueva responsabilidad. Entre esos retos citó el de "fortalecer el municipalismo" en un momento en el que los ayuntamientos están pasando por una situación económica "grave". Le instó a aprovechar la experiencia adquirida como alcalde de Chiclana para este cometido, utilizando como herramientas las medidas "únicas" puestas en marcha por el Gobierno andaluz para paliar esta situación, encaminadas a "reforzar la autonomía y la capacidad de autogestión de los gobiernos locales".

En políticas de Justicia, Menacho señaló la necesidad de avanzar en la consecución de principios de "eficacia y agilidad", como en la construcción de las ciudades de la Justicia y trabajar en la nueva oficina judicial.

Además de destacar la necesidad de la lucha contra el paro, Jiménez Barrios y Francisco Menacho tuvieron ayer discursos paralelos (salvo que el nuevo delegado del Gobierno en Cádiz prefirió quedarse con los 177.000 parados que reflejan la EPA del cuarto trimestre de 2010 a los 181.000 del paro registrado en marzo).

En sus intervenciones, ambos mandatarios andaluces hablaron de Las Aletas, del esfuerzo conjunto por sacarlo adelante; del ERE presentado en Alestis, donde Jiménez Barrios afirmó que se trata de un "reto de todos", recordando a los trabajadores su responsabilidad. Llamó al "esfuerzo colectivo" y que se deje de lado "la reivindicación por la reivindicación", estableciendo como mecanismo de trabajo "la evaluación permanente y la mejora".