Izquierda Unida (IU) cumplió su amenaza y en el pleno ordinario de ayer de la Diputación de Cádiz votó en contra de las cuentas generales de 2009 de una institución en la que curiosamente gobiernan desde hace tres años. La decisión de los izquierdistas, que testimoniaron así su malestar con el PSOE tras el incumplimiento del pacto entre ambas formaciones políticas en el Ayuntamiento de Conil, ni siquiera despeinó al presidente de la Diputación y secretario provincial del PSOE, Francisco González Cabaña, que vio cómo la inesperada abstención del único diputado del PA forzaba un empate en la votación que permitía a los socialistas sacar adelante estas cuentas generales gracias al voto de calidad del presidente.

La pataleta de IU no tuvo por tanto consecuencias en la gestión diaria de la Diputación, y todo hace indicar que tampoco las tendrá en el futuro. Y es que los diputados izquierdistas y socialistas hicieron ayer alusiones continuas a sus deseos de mantener el pacto de gobierno en esta institución provincial, lo que invita a pensar que ambas formaciones políticas lograrán sacar adelante el presupuesto de la Diputación que se elevará a votación a finales de año. Además, ambos partidos coincidieron más en sus críticas al PP -formación a la que Barroso definió como la "buitrera"- que en sus reproches mutuos.

El ultimátum que la dirección provincial dio a Cabaña el lunes -o desautorizaba a la portavoz socialista en Conil o votarían contra las cuentas generales- surtió efecto, al menos en lo que a interés se refiere. Por primera vez en mucho tiempo no faltó ni un diputado provincial, algo que no terminó resultando clave para la votación final. Los 15 votos a favor (los de los diputados socialistas) empataron con los 15 que sumaron los 13 del PP y los dos de IU. La abstención del único edil del PA permitió al propio Cabaña desempatar con su voto de calidad y aprobar así la liquidación de 2009.

En su intervención, el portavoz de IU y alcalde de Puerto Real, José Antonio Barroso, reconoció que el voto contrario de su formación a estas cuentas posibilitaba que se les tachara de incoherentes y contradictorios, "pero en política no todo es coherencia", apostilló para confirmar que el sentido del voto de IU estaba vinculado a la postura de los socialistas en Conil. Y añadió que el documento que el gobierno provincial elevaba ayer a votación "es tan legal como el que IU presentó la semana pasada en Conil".

Sin hablar en ningún momento de ruptura del pacto, Barroso advirtió a sus socios del PSOE que "el hecho de ser pequeño en cuantía no significa que sea también pequeño en concepto, en valores y en importancia cualitativa". Y para ilustrar esta teoría comparó a IU con los 300 de Leónidas que fueron fundamentales en el Paso de las Termópilas para que los persas (en alusión al PP) no arrasaran la Península Helénica (el Gobierno del PSOE).

La intervención de IU fue pasada por alto desde las filas socialistas -Francisco Menacho se limitó a tacharla de "esperpento"-, pero no desde la bancada del PP. Su portavoz en temas económicos, Juan Antonio Liaño, tachó la postura de los diputados de IU de "sorprendente, inaudita y fuera de lugar". "En estas cuentas generales está la gestión no sólo del PSOE sino también de IU. Y si tienen un mínimo de coherencia política lo que ustedes tendrían que hacer es dimitir y romper este pacto", aseveró Liaño dirigiéndose a Roldán y a Barroso.

Por su parte, el presidente de la institución, González Cabaña, pidió al PP que no diera ejemplo de sus pactos, y recordó la ruptura del que tenía con el PA en San Fernando "donde han dejado solo al alcalde en el año más importante de la historia de esa ciudad".

El diputado del PA, Manuel Prado, explicaba al final del pleno que su abstención estaba en consonancia con lo expuesto en la comisión informativa previa y con el sentido del voto idéntico de años anteriores.