El embalse de Zahara - El Gastor será un modelo de gestión exportable al resto de Andalucía porque unirá su uso ambiental al desarrollo económico del entorno.

La Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía está inmersa en un proyecto pionero para explotar de manera ordenada este pantano enclavado en la Sierra gaditana, que cuenta con una superficie de 748 hectáreas y data de 1991. La intención  es que contribuya a la mejora social y económica de los pueblos que lo rodean mediante una ambiciosa oferta de actividades y recursos, que lo pondrán a la cabeza del turismo deportivo y de ocio para este tipo de enclaves.

Para ello, la administración autonómica calcula una inversión de siete millones de euros destinados a la ejecución de casi una veintena de propuestas a lo largo de este pantano, con capacidad para 222 hectómetros cúbicos, que gestiona la Agencia Andaluza del Agua. El propio consejero de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, José Juan Díaz Trillo, presentó ayer en su primera visita oficial a la Sierra un estudio para la ordenación del uso público de esta presa, que abastece de agua para el regadío unas 4.000 hectáreas, y se extiende por cinco términos municipales (Zahara de la Sierra, Algodonales, El Gastor, Grazalema y Ronda). El documento ha contado con la participación de los propios agentes locales, que han tenido la posibilidad de consensuar y plantear acciones. Y es que estos pueblos han cogido con satisfacción esta ordenación ya que todos miran al embalse como un recurso de excepción para mejorar sus economías. De hecho, hasta el momento, este emplazamiento acoge actividades relacionadas con el ocio y el deporte que con esta reordenación se relanzarán exponencialmente.

Díaz Trillo anunció que la Junta calcula la creación de unos 40 empleos para la fase de ejecución de este plan de ordenación y otros 60 más durante la explotación de las acciones y equipamientos que se llevarán a cabo. Además, recordó la generación de puestos de trabajos indirectos cuando entren en funcionamiento las acciones relacionadas con la divulgación y educación ambiental.

Una de las grandes novedades que plantea este proyecto será la construcción de un sendero perimetral de unos 30 kilómetros de longitud, que estará asociado a una red de miradores y descansaderos para uso de senderistas, ciclistas y el tránsito ecuestre.  La intervención pondrá en contacto las distintas áreas recreativas: La Puente (Algodonales), El Higuerón y Arroyomolinos (Zahara de la Sierra) y Dolmen de El Charcón (El Gastor). Además, las cuatro áreas recreativas se mejorarán. Así, la de Arroyomolinos, donde está ubicada la famosa Playita, seguirá como zona para la actividad balnearia con una actuación para eliminar el riesgo de inundabilidad en el aparcamiento. En la Puente se instalará un circuito multiaventuras, con tirolinas y puentes colgantes,  y se habilitará un sendero para permitir los usos acuáticos fuera de la zona de seguridad. En el Higuerón se propone un restaurante, embarcadero y zonas de baño seguro. En este sentido, el estudio propone como singularidad la creación de zonas de baño, dotándolas de unas piscinas flotantes formadas por módulos ensamblables. Para el Dolmen El Charcón, con un difícil acceso que hay que salvar, se barajan varias alternativas: el ferry-cable, el catamarán solar o el sendero flotante.

El estudio reserva, también una serie de acciones ligadas a la mejora de la flora, con un recorrido botánico en la zona conocida como Cabeza Real, entre otros, y la mejora del hábitat de la fauna con isletas flotantes en el pantano.

"Es un proyecto viable, en el que se pone de manifiesto que se puede dar a la ciudadanía calidad ambiental". Con estas palabras, el consejero de Medio Ambiente dio  su espaldarazo a esta anhelada reivindicación de las corporaciones locales y de los vecinos de este entorno, que llevan ya tiempo haciendo uso de manera natural de estos espacios. Eso sí, José Juan Díaz Trillo pidió a la Junta Rectora del Parque Natural de la Sierra de Grazalema su esfuerzo para conseguir el "reto" de concitar todas las voluntades de agentes sociales, económicos  y locales.