El Ayuntamiento ha cambiado por completo la política existente hasta la fecha para atajar la contaminación acústica que tanta indefensión, malestar e incluso problemas de salud ha causado en ciudadanos de El Puerto.

Hace apenas un año la concejalía de Policía Local dirigida por el edil Carlos Montero, ordenó la compra de un aparato de medición de ruidos que ha marcado un antes y un después en el control de la contaminación acústica. En años pasados, las personas que padecían problemas por los ruidos se veían obligadas sistemáticamente a recurrir a los juzgados para que sus demandas fueran atendidas, ya que los Ayuntamientos de IP no tomaban cartas en el asunto, llegando incluso a justificar las emisiones acústicas (como en el caso de la motorada). Después de largos pleitos, los juzgados terminaron dando la razón a los vecinos afectados en al menos cuatro ocasiones, con la particularidad de que las indemnizaciones no las pagaban los causantes de los ruidos, sino quienes no habían intervenido para evitarlos, es decir el Ayuntamiento, las arcas públicas. La cifra que ha tenido que pagar el Ayuntamiento por no atender anteriores equipos de Gobierno a su obligación de perseguir el exceso de contaminación acústica ha alcanzado ya los 30.000 euros, producto del pago de indemnizaciones por orden judicial a personas damnificadas por el ruido. A veces, los vecinos, personas mayores como en el caso de Jesús de los Milagros, número 23, llegaron a denunciar hasta 30 veces el ruido excesivo de un disco bar anexo, sin obtener resultado alguno. Sólo tras la reciente compra del sonómetro y la creación de la Unidad de Medición Acústica de la Policía Local se está dando la vuelta a estas situaciones de vulneración de derechos. La Unidad de Medición se creó hace algo más de un año, aprovechando los recursos humanos de que disponía la Policía Local, que contaba con un funcionario con titulación homologada por la Junta de Andalucía para realizar mediciones. Este técnico, un ayudante de la plantilla policial, un equipo portátil de medición de ruidos y vibraciones y un vehículo camuflado conforman dicha Unidad de Medición Acústica.

El concejal de Policía Local valora el trabajo de sus integrantes, "la labor que realizan, porque es gente entregada que en algunos casos han permanecido realizando mediciones la madrugada completa. Son unos profesionales que hacen su trabajo de una forma magnífica", subraya el edil. Carlos Montero explica que la creación de este grupo se encontraban entre las prioridades del PP cuando formó su equipo de Gobierno.

Según explica, la Unidad actúa siguiendo las directrices de la concejalía de Urbanismo, que recoge las denuncias de los ciudadanos por contaminación acústica, procedente de aparatos de música en pubs y salas de fiestas, pero también de la maquinaria de determinados locales o centros comerciales demasiado ruidosos. Las diligencias pasan a la Policía Local, cuya Unidad de Mediciones realiza una primera toma de datos sin aviso previo al posible infractor, para hacer a continuación una segunda medición avisando y en presencia de un representante del establecimiento, comprobando que los equipos de música tengan el limitador de sonidos sellado y a un determinado volumen. Una vez obtenidos los resultados, se trasladan a la Concejalía de Urbanismo para que ordene las medidas correctoras, posible cierre cautelar del local y sanciones a que pueda haber lugar. En ocasiones, la Policía Local actúa por procedimiento reglado, en el caso de concentraciones, eventos o manifestaciones de protesta donde se producen altos niveles de ruido.