"Es cuestión de tiempo, pero las vamos a tener". Con esta confianza se expresaba ayer el director de la unidad de producción de Navantia en la Bahía, Fernando Miguélez, sobre la ampliación del pedido de Buques de Acción Marítima de la Armada española. La perspectiva de la continuidad de este programa, apuntada ya desde el inicio de la contratación allá por 2005, reapareció ayer en el astillero de San Fernando durante la puesta de la quilla del primero de los cuatro buques encargados a la empresa pública.

Miguélez mostró gran confianza, tanto en la presentación del acto como en declaraciones posteriores a este periódico, en que la Armada española encargará, al menos, otras tres unidades más. "Existe una necesidad que todo el mundo conoce de renovar los patrullero, con la crisis económica todo se ha ralentizado; pero la necesidad de la Armada está ahí y entendemos que vamos a tener tres más; es sólo cuestión de tiempo y de ajustes presupuestarios", anunció el director de la unidad y de los dos astilleros de construcción (Puerto Real y San Fernando).

Este buen horizonte se abrió ayer, no sin dificultades por el fuerte viento, en la celebración de la puesta de la quilla del primer BAM, que representa la construcción 501 del astillero. Miguélez destacó que es "un hito muy importante" porque estas embarcaciones aportan un plus de innovación a la industria gaditana. "Tienen un diseño novedoso y una tecnología muy avanzada, por lo que estamos seguros de que cumplirán con creces las funciones para las que están diseñados". Estos buques sustituirán progresivamente a las series de antiguos patrulleros, más pequeños, nacionales.

Hasta ahora, la Armada ha retirado en torno a cuarenta y el objetivo es llegar a los sesenta, según señalaron fuentes de Navantia. Los nuevos BAM, de 93,9 metros de eslora, 14,2 de manga y una velocidad máxima sostenida de más de 19 nudos, se caracterizan por una gran automatización, con un enorme panel de mando desde el que se controla toda la embarcación, y amplia versatilidad, por lo que igualmente puede adaptarse para vigilancia costera como eventuales situaciones de intervención bélica.

El nuevo responsable del Arsenal de la Carraca, el Almirante José Ángel Pita, se felicitó por ver hecha realidad un programa "del que se lleva hablando durante muchos años" y apostilló que "la Armada espera mucho de estos barcos", un comentario con el que recogió el guante echado por Miguélez cuando, al inicio del acto, le espetó que esperaba que los cuatro BAM contratados "no fueran los únicos".

El evento, que tuvo la consideración formal "de trabajo" y no de celebración como son las botaduras, concluyó justo al mediodía. Doce horas después, en la media noche, el escenario protagonista de Navantia fue Puerto Real, donde se procedió a la flotadura del primer buque ro-ro (sistema de carga rodada roll-on, roll-off) encargado por Acciona Trasmediterránea.

La embarcación, construcción número 509 de los astilleros, se puso a flote durante la noche a través de la apertura de las compuertas y la inundación del dique principal de Puerto Real. La previsión de Navantia es que la naviera española recibirá el buque en noviembre, con lo que se pondrá fin a más de un millón de horas de trabajo en la factoría puertorrealeña.

Sólo unas semanas después, "probablemente antes de fin de año", saldrá también el segundo ro-ro, según fuentes de la compañía pública, lo que significará la finalización de toda la cartera civil existente. A partir de ese momento, y salvo nuevas contrataciones, los seis astilleros de Navantia (los tres de la Bahía, Ferrol, Fene y Cartagena) estarán dedicados exclusivamente a actividad militar.