El pequeño José Manuel Ortega Muñoz, de apenas cuatro años de edad, perdió la vida en la tarde de ayer después de que muriera aplastado por un depósito de agua en una colada de la Junta de los Ríos, en el término municipal de Arcos de la Frontera.

El niño, todavía malherido, fue llevado de urgencias al ambulatorio de la pedanía arcense de Jédula, donde el personal sanitario del centro no pudo hacer nada por salvar su vida. Anoche fue trasladado a un tanatorio de Cádiz para que le fuera practicada la autopsia.

El trágico suceso tuvo lugar en la denominada colada de El Guijo de la pedanía arcense de la Junta de los Ríos, donde se localizan varias casas rurales habitadas por familias humildes dedicadas a tareas agrícolas y ganaderas.

Según las primeras averiguaciones, el pequeño José Manuel Ortega, que era hijo único, se encontraba jugando junto a otros menores en una zona exterior de estas casas rurales. Dos de ellos se encaramaron en la zona superior de un depósito con capacidad para albergar hasta 1.000 litros de agua y que se utiliza para dar de beber al ganado, en este caso a las vacas. El depósito, aunque es de plástico, está forrado de hierro.

Todo indica que este 'tanque' de agua -como es conocido por los agricultores y ganaderos- no estaba sujeto al carro en el que estaba depositado y que se emplea para transportarlo de un lugar a otro. De repente el bombo se desplazó, cayendo sobre el niño José Manuel Ortega, que se había quedado delante del carro, en el suelo. El golpe le afectó de lleno a la cabeza y al cuello.

Se calcula que el trágico accidente tuvo lugar pasadas las siete de la tarde. La Guardia Civil se ha hecho cargo de la investigación, al producirse el suceso en un punto del diseminado de Arcos. Anoche un equipo de la Policía Judicial estaba investigando el lugar de los hechos.