El día que el segundo destructor del escudo antimisiles, el USS Ross, llegaba a la Base Naval de Rota, Kaitlyn, esposa de uno de su tripulantes, contaba que tenía alquilada una casa en Vistahermosa. "Toda la gente que yo conozco vive fuera de la Base", manifestaba a pie de muelle.

En total, son unas 1.400 viviendas las que están alquiladas en la actualidad por personal americano destinado en la Base y sus familias. Algo más de 300 contratos han sido gestionados en los últimos meses, según explica el responsable del departamento del Housing del recinto naval, Robert Crist. Por este departamento tienen que pasar todos los contratos de viviendas que se arrienden con estos militares americanos y su trabajo ha ido aumentando en los últimos meses, cuanto más acercaba la venida de los buques . "Sobre el año 2004, la cosa bajó mucho y hace un año estábamos tranquilos, pero ahora...", comentaba, metidos de lleno en las últimas semanas en el trabajo para el alojamiento de los inquilinos del segundo de los buques.

Por casas no será. Si se le pregunta a Crist si ha habido una avalancha de solicitudes de propietarios de casas interesados en arrendarlas, contesta sin dudas: "Ha sido más que avalancha". "Di una charla en el Consistorio de Rota donde fueron más de 500 personas", pone de ejemplo. Desde su equipo de trabajo, que se ha incrementado en seis personas, deben inspeccionar todas las viviendas ofertadas y ahora mismo, por el volumen de trabajo, pueden llegar a ver una veintena a la semana y tienen muchísimas pendientes de la visita de rigor.

Los militares casados que son destinados a Rota tienen la opción de vivir dentro o fuera del recinto militar. Cuando llegan a la Base pasan por el Housing y allí le explican cómo quieren vivir. Como haría una inmobiliaria, hacen sus peticiones sobre cuántos dormitorios necesitan, cuartos de baño, si quieren jardín, aire acondicionado y con todos los parámetros se accede al listado de casas que ya tienen registradas y se organizan visitas. Antes estas casas han sido visitadas por los trabajadores de esta oficina. "Las inspeccionamos todas, vemos si está en una zona segura, si tienen reja, aire acondicionado, si deberían hacer alguna mejora para poder alquilarla", cuenta el responsable, que asegura que normalmente son casas relativamente nuevas y en buen estado, realizadas en los años del boom inmobiliario en España y también en la provincia.

Ahora mismo la oferta de viviendas en la Base Naval es muy limitada. Ya lo han dicho en otras ocasiones las autoridades militares del recinto, tanto el almirante Jefe español anterior y actual, Cristóbal González-Aller y Santiago Ramón González Gómez respectivamente y el jefe de actividades navales americanas en España, el capitán Greg Peckary, en entrevistas a este medio. Y por eso también se ha hablado de estos contratos como una de las actividades económicas que puede generar la llegada de más militares de EEUU. Robert Crist estima que cuando llegue el último de los buques el próximo año, se podrán tener alquiladas unas 2.500 viviendas, contando con los 1.400 contratos activos que tienen contabilizados ahora mismo su oficina.

Según afirmaba, las familias americanas viven en Rota, El Puerto por la zona de Vistahermosa, Costa Ballena "casi en un 95%" aunque también hay casas alquiladas en Chipiona, cuyo ayuntamiento organizó una jornada para informar a los propietarios de viviendas de su localidad como lo han hechos sus vecinos de Rota, a espera de coger alguna migaja de esta actividad. Robert Crist ha asistido a muchas jornadas de este tipo en los últimos tiempos, debido al gran interés que ha despertado el asunto. "Los contratos se hacen siempre a través de nosotros. A lo mejor las familias han visto casas en internet, por agencias ven algunas, pero el contrato final tiene que ser con nosotros, que además ofrecemos a las familias ayuda en traducciones y todas las gestiones relacionadas con alojarse aquí", manifiesta este responsable de la Base Naval.

Pocos problemas están encontrando estos nuevos inquilinos para encontrar alojamiento, sobre todo las familias, que buscan en su mayoría casas vacías, sin muebles, ya que se suelen traer todo de sus casas anteriores. Los solteros (que también puede elegir vivir fuera del recinto militar si son mayores de 22 años de edad) sí están encontrando algún inconveniente, "por el verano". "Ello sí necesitan casas amuebladas y ahora al ser municipios turísticos muchas de estas casas son alquiladas para la época estival". Todas estas familias reciben una cantidad, a parte del sueldo, para su alojamiento en el destino que en el caso de Rota venden como seguro. "Que disfruten tanto a nivel profesional como personal de vivir en Rota", dijo Peckary cuando llegó el USS Ross.