La Isla ha echado el telón a sus bicentenarios. La conmemoración del Trece -aniversario que recuerda los dos siglos de la concesión del título de Ciudad de San Fernando por parte de Las Cortes en 1813- llegó a su término ayer con un acto que se esperaba desde el pasado mes de diciembre: el hermanamiento entre el Real Teatro de Las Cortes y el Teatro Real de Madrid.

Ambos edificios, a pesar de la kilométrica distancia que los separa, tienen mucho en común, "hay vínculos históricos, culturales y parlamentarios", como apuntó el regidor isleño y presidente de Diputación, José Loaiza. Uno y otro fueron sede de Las Cortes hace doscientos años. En el de La Isla, en 1810, arrancaron las sesiones que culminarían con la primera Constitución española, La Pepa. Y en el antiguo teatro de Los Caños del Peral, que hoy es el Teatro Real, llegaron los diputados cuando regresaron a Madrid. El pasado miércoles -15 de enero- se cumplieron 200 años de ese regreso. Los diputados venían de La Isla, adonde Las Cortes, por un breve periodo de tiempo, habían vuelto una vez levantado el asedio de las tropas napoleónicas y donde pusieron el punto final a su gloriosa estancia gaditana.

De poner de relieve los pormenores históricos se encargó el regidor isleño que llegó a referirse al Teatro de Las Cortes como el "hermano mayor" del Teatro Real de Madrid. Motivos para el hermanamiento hay de sobra, apuntó.

La rúbrica de las actas de hermanamiento -que el próximo día 27 serán confirmadas en un acto recíproco que se desarrollará en la capital española- se llevó a cabo poco después del mediodía en el vestíbulo del Teatro de Las Cortes. El director del Teatro Real, Ignacio García-Belenguer, mostró su agradecimiento a la ciudad de San Fernando por lo que supone este reconocimiento y adelantó que el día 27 se descubrirán sendas placas conmemorativas en el Teatro Real de Madrid aprovechando uno de los intermedios de la representación de la ópera Tristán e Isolda.

Los actos institucionales propiciados por el hermanamiento entre ambos teatros continuaron por la tarde con el descubrimiento de una placa conmemorativa en la histórica fachada del Teatro y la celebración de un concierto que estuvo a cargo de la Orquesta del Bicentenario, dirigida por Michael Thomas. En palabras del alcalde isleño, fue "un programa de oro para un hermanamiento de ley", con piezas de Arriaga, Mozart y la Séptima Sinfonía de Beethoven.

Para asistir al acto hacía días que se habían agotado todas las localidades que se pusieron a disposición de los interesados en la Oficina de Turismo. El Teatro lució al completo en un acto que se convirtió en el broche de oro del último bicentenario y en el que tanto el alcalde como el director del Teatro Real de Madrid aprovecharon para ofrecer sus discursos. Ambos optaron por resaltar los lazos históricos que unen a ambos teatros. Loaiza, de esta forma, refirió los grandes actos de los que el Teatro ha sido testigo en los últimos años gracias a la conmemoración del Bicentenario de Las Cortes y de la Constitución de 1812 al tiempo: "Es un teatro pequeño en espacio pero muy grande en Historia", sentenció. E Ignacio García-Belenguer repasó la trayectoria del Teatro Real, que echó a andar en la capital allá por el siglo XVIII: "Podemos decir que ambos teatros han contribuido decisivamente a la Historia de España", sentenció.

La placa que ayer, sorteando una lluviosa tarde, se descubrió en la fachada lateral del Teatro constituye la cuarta lápida conmemorativa que luce el histórico y constitucional edificio isleño. Tres de ellas, además, han sido colocadas en la última década. En esta última se recuerda que el Teatro Cómico de La Isla y el Teatro de Los Caños del Peral fueron sede de las sesiones de Las Cortes en 1810 y 1814. "El Real Teatro de Las Cortes y el Teatro Real de Madrid perpetúan sus comunes vínculos históricos, culturales y parlamentarios, con motivo del Bicentenario de la concesión del Título de Ciudad con la denominación de San Fernando, expresando su histórico reconocimiento y honda gratitud a Las Cortes Generales", reza la placa que alude a San Fernando como "capital de la libertad".