Provincia de Cádiz

El misterio de la bolsa negra

  • El cuerpo del bebé enterrado en el cementerio de Chiclana en 1986 aparece en el nicho dentro de un saco de plástico junto a los restos de la caja

"Lo que busco es salir de dudas de una vez por todas", decía ayer José María González Domínguez poco antes de asistir a la exhumación del cuerpo de su hijo que se encontraba en el interior de un nicho del cementerio San Juan Bautista de Chiclana. Tanto para él como para su mujer, Ana Quintero Gallardo, se acerca el momento de la verdad después de tantos años de sospechas sobre lo que pasó con su bebé que nació en el Hospital Puerta del Mar en 1986.

José María cuenta la historia de su hijo cargada de cuestiones aún sin resolver. Relató que cuando su esposa estaba a punto de dar a luz, sobre las doce del mediodía, el personal médico le detectó que el bebé estaba muerto. "Fue al paritorio sobre las nueve de la noche sin saber yo aún que el niño estaba muerto, sin que constará la defunción ni las causas por ninguna parte", dijo. Pero lo curioso de este caso, según el progenitor, es que años después consigue un informe de una autopsia en el que consta que se refiere una niña y no a un varón como siempre habían creído él y su mujer.

A raíz de ahí, crecen las conjeturas y los recelos y comienza su andadura de la mano de la Asociación SOS Bebés Robados de Cádiz para tratar de descubrir la verdad de los hechos o al menos encontrar una explicación a lo sucedido.

"Tengo muchas dudas", exclamaba antes de que funcionarios judiciales y el forense procedieran a abrir el nicho en el antiguo cementerio chiclanero. "Quiero saber si es niño, niña o no hay nada", insistía.

Parecía que ayer sería el día en que desaparecería parte de su incertidumbre, pero pasó lo contrario. Lo que observó cuando se abrió el nicho le dejó perplejo. "Vi que había tablillas de la caja donde tendría que estar el bebé junto a una gran cantidad de arena negra y piedras. Allí, aparentemente no había restos de algún cuerpo. Pero delante de la caja había una bolsa negra de la que no me dejaron ver su contenido".

José María y su mujer, así como otros familiares y allegados que se desplazaron ayer al cementerio, mostraron su contrariedad por el hecho de que los restos de su hijo o hija no estuvieran dentro de la caja, si no fuera de ella y dentro de una bolsa negra, como luego certificaría el forense. Tras recogerse algunos huesos, el resto fue devuelto al nicho.

Ahora todo queda en manos de posteriores análisis en el Instituto Nacional de Toxicología, donde se determinará si se trata de su hijo o no tras cotejar el ADN de los progenitores con los restos de huesos hallados dentro de la bolsa. Por otro lado, los padres también quisieron dejar constancia de su enfado con el forense por su reticencia a que pudieran asistir al momento de la exhumación del cadáver.

La presidenta del movimiento SOS Bebés Robados de Cádiz, Chary Herrera, también se desplazó al camposanto de Chiclana en señal de respaldo a los padres "porque lo único que se persigue con este proceso es que se sepa qué ha pasado y que ellos descansen". Señaló que en la provincia se ha procedido a realizar alrededor de una docena de exhumaciones. Cabe recordar que a principios de esta semana también se llevó a cabo la extracción de restos de otro bebé en el Cementerio Mancomunado de Chiclana por orden judicial.

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