colaboración Los policías relatan una experiencia "bonita y única"

"Al minuto, ya había nacido"

  • Agentes de la Policía Nacional logran por segundos que una joven dé a luz en el Clínico de Puerto Real tras hallarla junto a su pareja pidiendo auxilio en la calle de madrugada

Agentes de la Policía Nacional que realizan una intervención en la zona de Casines, en Puerto Real, ven que se les acerca un chico. "¿Me podéis acercar al hospital? Es que mi mujer está a punto de dar a luz, es que no se puede estar en pie", les dice desesperado. "Es que lo estoy tocando", grita la chica, una joven sentada en un escalón. Algunos de los agentes, ante el inminente alumbramiento, no dudan en coger en peso a la joven e introducirla en su coche, un vehículo camuflado del cuerpo policial, y emprender el camino hacia el hospital, escoltado por una patrulla con las luces y acústicos puestos.

Es el principio de la historia ocurrida en la pasada madrugada del domingo al lunes en el municipio puertorrealeño y que tuvo un final feliz gracias a la labor de los policías. "No llegamos a estar y tiene al bebé allí. Fue pisar el hospital, y al minuto, escuchar el llanto del bebé. Si llamamos a la ambulancia no le hubiera dado tiempo de llegar al Clínico", relataba Sebastián, uno de los agentes que lo vivió en primera persona y que pasó casi los mismos nervios que la pareja. No fue un trayecto muy largo, poco más de un kilómetro -"llega a ser en otra parte de Puerto Real más lejana al hospital y no lo conseguimos", añade- pero fue "una experiencia bonita y única". "Por lo menos es la primera vez que me encuentro algo así", reconoce.

Sebastián va contando todo lo que le queda en la cabeza de hace dos madrugadas. "Yo, que conducía, no sabía qué hacer. Si ir más ligero, si parar el vehículo y atenderla allí....". Y es que la joven daba unos gritos de dolor enormes, rompió aguas y no hacía más que sujetarse para no tener allí al bebé. Un niño, Francisco, fue el que vino al mundo pocos minutos después. "La chica iba a mi lado, de copiloto, e intentábamos tranquilizarla, mientras su pareja le apretaba la mano. Ya vamos por aquí, ya queda nada, ya pasamos tal sitio, decíamos para calmarla".

Ayer, los agentes que le auxiliaron y los recién estrenados papás se reencontraban en el hospital puertorrealeño . "Tenemos ilusión de ir a ver cómo está y si todo ha salido bien", comentaba el policía poco antes. Así que allí fueron. Y eso que nada más venir la pequeña al mundo, la pareja salió a agradecer la ayuda prestada. "También hacemos esta labor para los ciudadanos", resumieron.

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