De nuevo como en 2004. Ocho años después, los trabajadores del astillero de Puerto Real volvieron a llegar andando hasta la torre de control del puente Carranza. Fue simbólico, sólo una anécdota en la movilización de ayer de la plantilla de Navantia, pero un símbolo de que las protestas menos contundentes se han acabado.

Los trabajadores estaban convocados por el comité a una asamblea a las 10:30 horas pero no se hizo en el interior de la factoría, como siempre. Esta vez la asamblea fue pública, en la carretera, a escasos metros del inicio del puente. Esta vez no hubo hojillas informativas. Simplemente se ocupó la calzada que, previamente, había quedado ya cortada al tráfico en ambos sentidos por la Guardia Civil. Además, a los pocos vehículos que quedaron atrapados en medio se les dejó continuar por parte de una plantilla consciente de que las movilizaciones irán a más.

Ayer, sobre el puente, los sentimientos de la plantilla eran contradictorios: saben que lo peor de las protestas terminará llegando pero, al mismo tiempo, reconocen que la inmensa mayoría, con 30 años de servicio en sus piernas, no está ya para carreras por el puente. Al respecto, al finalizar la protesta de ayer, alrededor del mediodía, corrió entre los trabajadores el rumor de que las furgonetas antidisturbios habían sido movilizadas, pero no hubo rastro de la Policía. Sólo la Guardia Civil en su habitual labor de control de carreteras.

La jornada de ayer sirvió además para que la plantilla de Puerto Real aprobara por una amplísima mayoría de los presentes (en las distintas votaciones realizadas no hubo ni un sólo brazo en contra o para marcar la abstención) un nuevo calendario de protestas. La primera llegará el próximo día 29. La asamblea aprobó ayer participar “de manera masiva” en la manifestación que ese día está convocada en Jerez a las siete y media de la tarde en contra de la reforma laboral.

El día 1 de marzo, los miembros de los tres comités de Puerto Real, San Fernando y Cádiz, más los delegados sindicales y trabajadores que quieran acompañarlos, realizarán “su particular homenaje a La Pepa”, con una concentración en el monumento a la Constitución de la capital gaditana, aunque no trascendieron más detalles.

El próximo día 6, a la misma hora que ayer, habrá nueva asamblea en el astillero de Puerto Real para decidir nuevas acciones de protesta. A mediados de marzo (se barajan los días 15 ó 16), realizarán una marcha a pie los trabajadores de los tres astilleros hasta la Subdelegación del Gobierno “igual que hace ocho años, pidiendo futuro para los astilleros”, dijo el presidente del comité, Ramón Linares.

Y todo para dejar claro una vez más que los astilleros gaditanos están muriendo por inanición. Sin apenas carga de trabajo, Linares señaló ayer que “no aceptaremos la trampa de que anuncien en breve la firma de la orden de ejecución para sólo tres BAM y no cinco y alargarlos en el tiempo en que podríamos construir la sexta flota. Esta plantilla no va a aceptar esa farsa, porque eso no estaría creando empleo para el tejido productivo de la Bahía. No nos vamos a prestar a ese engaño para cientos de familias de la Bahía y eso les tiene que quedar muy claro al nuevo Gobierno de Madrid y también a los representantes del PP en la provincia, a Teófila y a Loaiza”.

Linares defendió ayer el orgullo de una plantilla legitimada por su democracia, “la que deciden los trabajadores día a día”, pero sobre todo, porque “estamos defendiendo el futuro no para nosotros, sino para nuestros hijos y, en el caso de algunos que hay aquí, para sus nietos”.