EN estos días estoy buscando unos datos para un trabajo que traigo entre manos y me he encontrado con la figura de Rafael Parodi Cebada, persona con la que tuve bastante relación y a la que me parece oportuno dedicarle este recuerdo. Fue maestro mío cuando yo era alumno de los primeros cursos en el Colegio San Rafael, ya de muchacho coincidí con él cuando yo trabajaba en Radio Juventud, emisora de la que fue uno de sus fundadores y en la que desempeñó los cargos de jefe de Programación y subdirector, ya después, cuando regresé a Cádiz tras mis estancia en Tenerife, tuvimos ciertos contactos en diversas actividades culturales. Rafael Parodi había nacido en Caracas (Venezuela) en 1914, de padres gaditanos, y llegó a Cádiz antes de cumplir los cinco años, por lo que podemos y debemos considerarlo como un auténtico gaditano, porque además siempre ejerció como tal. Fue un personaje verdaderamente polifacético, destacando en cuantas actividades intervenía. Fue profesor de Dibujo y aquí habría que destacar sus magníficas caricaturas. Trabajó como periodista en "La Voz del Sur", ya desaparecido, en "La información del Lunes" y en este Diario.

Su gran afición al teatro le hizo ser uno de los fundadores del Teatro Universitario de Cádiz y escribir algunas comedias: "¡Me suicido a las cuatro!" (1939), "El barón es un frescales" (1945). "Siete feas y un millón" (1946), con música de Antonio Escobar Perera, como se recoge en la biografía del maestro escrita por Juan Jesús Payán, "Cuesta de las Calesas" (1948), en colaboración con el mismo músico, y "Penumbra" (1945), que tuvo una gran difusión por la radio en toda España. Cultivó con esmero la escultura dejándonos admirables obras: Santa Rosa de Lima, en una glorieta del Parque Genovés, Neptuno, en el Club Caleta, y los bustos de Antonio Accame, en la Plaza Mina, y de Francisco Prieto, en la Alameda.

Un gran artista que hemos querido recordar hoy con toda justicia, y que seguro que muchos de mis lectores tendrán en su memoria.