crónica Política

Un tiro mal dado

Dudas. El equipo de gobierno vuelve a inculpar a sus antecesores por malas prácticas de manera errónea

Quién le iba a decir a Pedro Sánchez que uno de los focos que iba a encontrar de apoyo lo tenía en Cádiz. La asamblea del pasado miércoles dejó un resultado aplastante contra la actuación que el partido ha llevado a cabo en Ferraz contra su líder y contra la propuesta de abstenerse (liderada por Susana Díaz, ojo) para permitir la investidura de Rajoy. Y como pasa en la política, el resultado de la votación se analiza según se quiere. Para los que están de acuerdo con lo que se votó, el resultado es más que contundente. Y el resto quiere restar legitimidad alegando el escaso quorum que alcanzó la convocatoria (apenas 80 votos de 400 militantes). Lo cierto es que si se votó es porque la votación era válida; y si era válida, el resultado es aplastante. Habrá que ver si tiene consecuencias (y no nos referimos a Madrid...).

Los monarcas gaditanos de 2017 ya tienen nombre y apellidos. Y de la elección de este año ha llamado la atención la utilización que se está queriendo hacer de la elección del cartero. El elegido tiene méritos más que suficientes (por ser ampliamente conocido en la ciudad, especialmente entre los aficionados al Carnaval) que le han llevado a su designación; y no parece muy correcto que el Ayuntamiento quiera hablar de integración -cuando precisamente el mejor ejemplo de integración es no hacer referencia alguna-; ni tampoco que airee que en realidad salió elegido otro cartero que ha decidido cederle el puesto al finalmente proclamado. En este asunto, quizás por querer rizar el rizo, ha faltado un poco de tacto. Y por cierto, que eso de la integración entre los Reyes de la ciudad no es nada nuevo. Ya hay antecedentes.

Hace un tiempo publicó este periódico que hasta cuatro personas que habían trabajado como asesores del equipo de gobierno en tiempos del PP habían demandado al Ayuntamiento reclamando la continuidad en sus puestos. Pues bien, estos días se ha sabido que ya hay solución para los cuatro casos. El primero, de un fotógrafo que trabajaba en el gabinete, no seguirá su curso porque el Ayuntamiento se ha allanado, manteniendo en el puesto al fotógrafo; el caso de otro fotógrafo que había presentado también demanda no prosperó; el de un asesor de comunicación que trabajaba para las empresas municipales se ha fallado a favor del Ayuntamiento (condenando además a 180 euros de multa al demandante); y el del antiguo jefe del gabinete de prensa tampoco ha prosperado.

Hace unos días aparecía en prensa el alcalde entregando unos diplomas por unas acciones formativas financiadas por una entidad bancaria en favor de 57 jóvenes en exclusión social. En el PP no sentó nada bien la foto, porque recordaban que en su época de gobierno hubo que dejar de repartir material escolar que esa misma firma financiera ofrecía para escolares con pocos recursos porque personal de Servicios Sociales que hoy forman el equipo de gobierno se negaba porque se señalaba a esos jóvenes sin recursos. "Y ahora sí van y sacan en un acto a 57 jóvenes y encima se fotografían", lamentaban desde el PP.

A veces da la impresión en el Ayuntamiento de que el actual equipo de gobierno espera con ansia la localización de algún documento comprometedor, de algún pico sobresaliendo del que se permita tirar de la manta; de toparse, en definitiva, con hechos que de alguna forma den testimonio de algún tipo de mala práctica de sus antecesores al frente de la ciudad. Ya se sabe que hoy en día la sospecha se cierne sobre los políticos, sean cuales sean, seguramente por la cantidad ilimitada de casos que prácticamente a diario saltan a la luz.

Volviendo a San Juan de Dios, el pasado miércoles se repitió esa sensación de querer implicar al anterior equipo de gobierno en asuntos turbios. Ante los medios (avisados desde el día anterior) compareció el concejal de Hacienda, David Navarro; y antes de exponer el motivo de la rueda de prensa, lanzó: "Esta ciudad ha estado gobernada por una banda de manirrotos", lanzó. Y lo hizo basándose en el informe que el Tribunal de Cuentas había elaborado sobre la gestión económica del Consorcio del Bicentenario. Y aquí es donde entra la confusión, porque el Consorcio era un ente que se gestionaba por sí solo, no por el Ayuntamiento ni por el equipo de gobierno.

También insistió Navarro en que el espectáculo de Carlinhos Brown había costado finalmente dinero, cuando el propio informe deja claro que la partida la asumió el Consorcio, no el Ayuntamiento.

Por tanto, lo que empezó pareciendo un escándalo en el Ayuntamiento en tiempos pasado (una "banda de manirrotos", calificó Navarro) terminó convirtiéndose en un ataque gratuito al anterior equipo de gobierno, sobre el que se volvió a lanzar un velo de irregularidades aparentemente infundadas.

No es la primera vez que en esta nueva legislatura se actúa de este modo en San Juan de Dios, donde debieran tomarse más en serio este asunto del manejo de lo público para no seguir disparando por disparar, sino apuntando a la diana (si la hay).

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios