Buscando razones

josé Antonio Pérez Tapias

Virus sin fronteras

ESPAÑA en el punto de mira: la crisis del ébola la ha puesto en ese lugar. Eso tiene ser el primer país occidental en el que se ha dado un caso de contagio de la enfermedad. Y el país en el que la incompetencia de sus gobiernos -central y de la Comunidad de Madrid- ha puesto ante la mirada de todos las torpezas cometidas en los cuidados del cooperante enfermo de ébola del que se contagió la enfermera Teresa Romero en las tareas de atenderle, así como las irresponsabilidades acumuladas a través de decisiones políticas a cual más lamentable. Destaca la arrogancia del consejero de Sanidad de Madrid, que tenía que haber acompañado a la ministra de Sanidad en la decisión de dimitir que ésta debiera haber tomado ya. Con un gabinete de crisis encabezado por la vicepresidenta del gobierno, para poner al día protocolos que eran inadecuados y gestionar una situación que preocupa a la opinión pública, se abordan cuestiones relativas a actuaciones inmediatas, pero no las causas que tienen que ver con el desmantelamiento de unidades de enfermedades infecciosas en un sistema sanitario sometido a fuertes recortes.

Pero el balance requiere mirar más allá, a esa África, cuna de la enfermedad, donde se expande con miles de víctimas, convirtiéndose la pandemia, como dice la comentarista Laura Ascarza desde su observatorio sudamericano, en "síntoma de su miseria". No le falta razón al señalar que "el ébola amenaza ahora a países del Primer Mundo, porque la miseria de unos y otros, tarde o temprano, afecta a todos". La conclusión se deja venir: "De la peor manera quizá, países que explotan a otros aprenden que el bienestar no sirve de nada o de muy poco cuando millones corren peligro de morir de hambre o de verse afectados por enfermedades tan contagiosas como el ébola". Es la preocupación de la OMS, que exige de precauciones, también a España, aunque ahora sólo haya una persona grave a causa del virus -todos deseamos su recuperación-. Los desplazamientos en un mundo globalizado pueden conllevar viajes de virus que no conocen fronteras. Comentaba Ulrich Beck en La sociedad del riesgo que "la sociedad mundial se convierte en una comunidad de peligros". África revela que esa sociedad se ha desentendido de lo que pensaba era problema de otros. Ahora se activa "la solidaridad del miedo", la cual, como señala Beck, no supone la motivación más noble, aunque puede servir para que las cosas cambien.

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