Dentro del ciclo cultural 'Los martes de la Academia', la centenaria institución de la Academia de Bellas Artes de Santa Cecilia ha querido dedicar una de sus jornadas a la enfermedad de la esclerosis múltiple en una conferencia en la que se habló del tratamiento de esta enfermedad con células madres.

Entre los asistentes a la charla ofrecida por el jefe del gabinete de neurociencia del hospital general Carlos Haya de Málaga, el doctor Óscar Fernández Fernández, se encontraban tanto personas afectadas por esta enfermedad así como algunos de sus familiares que quisieron estar presentes en el acto. El conferenciante es uno de los mayores expertos del mundo en esta materia. A lo largo de su extensa trayectoria ha escrito libros y artículos sobre el tema y en 2005 recibió el premio 'Esclerosis múltiple'.

El doctor Fernández comenzó su ponencia afirmando que la esclerosis múltiple es un tema muy difícil, pero que "la gente suele entender más de lo que pensamos sobre el mismo". Es una enfermedad no hereditaria que ataca a personas susceptibles genéticamente y que se produce cuando la célula T, provocada por algún tipo de infección, permanece en el organismo destruyendo la mielina que recubre el sistema nervioso o axón. Aunque la enfermedad se adquiere fuera del cerebro, con el paso de los años la célula T llega hasta éste. Una vez allí genera una sustancia inflamatoria que es la que hace que la mielina desaparezca del sistema nervioso exponiéndolo a un ambiente tóxico y alterando la sensibilidad de la persona y ciertas funciones del organismo. Además de la pérdida de sensibilidad, la esclerosis múltiple posee síntomas como el retraso de alguna de las piernas al andar, la pérdida de estabilidad o de visión. La enfermedad tiene dos fases, una denominada compensatoria y que es la etapa en la que el paciente puede recibir tratamiento y una segunda no compensatoria en la que la patología está ya muy avanzada y para la que no existen tratamientos efectivos.

Entre las terapias para esta enfermedad, la terapia celular es una de las más eficaces, pero también una de las que más problemas éticos conlleva. Esta consiste en la regeneración de las fibras de la médula ósea a través de células madre. En 2007 se decidió empezar a trabajar con terapia celular en España y actualmente Andalucía es la región más avanzada de Europa en este tipo de tratamientos.