Un agente de la Policía Local se enfrenta a un máximo de seis años de inhabilitación tras haber provocado un accidente de tráfico la pasada noche de Reyes, a las tres de la madrugada, estando de servicio y con un coche patrulla.

El policía debería haber estado a esa hora de guardia en la Jefatura pero sin embargo circulaba por la calle Misericordia a más de 50 kilómetros por hora cuando se saltó un stop y colisionó con otro vehículo que circulaba por la plaza del Castillo hacia la calle Santo Domingo. Afortunadamente la conductora, una mujer de 54 años que acudía a la calle Luna a recoger a su hija, que salía de trabajar, paró instintivamente a la altura del cruce, evitando así que el accidente se hubiera saldado con más graves consecuencias.

La mujer, aturdida por el golpe, recibió tras el accidente la llamada de su hija, que se extrañaba de su tardanza, y cuando la joven llegó al lugar de los hechos enseguida sospechó que el policía implicado en el accidente había bebido. No obstante, el agente tuvo los reflejos necesarios para llamar a la grúa y lograr que retiraran el vehículo antes de la llegada de otros agentes a la zona. Cuando estos llegaron la mujer y su hija pidieron que se le practicara al policía la prueba del alcohol, dando como resultado un 0,84% de alcohol en sangre, más del triple permitido que se fija en 0,25%.

Los dos vehículos presentaban daños materiales y el agente fue trasladado a la Jefatura, aunque no se le practicó una segunda prueba de alcoholemia ya que aseguraba encontrarse muy mal, por lo que fue trasladado al hospital.

En estos momentos el agente se encuentra de baja, pero la Policía Local ya ha iniciado un expediente por una falta muy grave (conducir ebrio) y tres faltas graves (abandono del puesto de trabajo, conducir solo un coche patrulla sin la presencia de un compañero y no informar a su supervisor).

Se da la circunstancia de que este mismo agente ya se vio implicado el pasado mes de julio en otro hecho relacionado con la supuesta ingesta de alcohol mientras se encontraba de servicio. En aquella ocasión se encontraba junto a otro agente cuando en el transcurso de un espectáculo en la Plaza de Toros fue llamado al orden por el concejal de Policía Local, Carlos Coronado, quien aseguró que lo había visto bebiendo. En aquel entonces los sindicatos policiales defendieron al agente e incluso al practicársele la prueba de alcoholemia esta fue negativa, lo que le valió al concejal una amenaza de denuncia por parte de un sindicato.

Ayer el concejal de Policía Local confirmaba los hechos a requerimiento de este periódico y explicaba que precisamente estaba a punto de anunciar la puesta en marcha de un protocolo de alcoholemia para la Policía Local, que ha sido elaborado por los servicios jurídicos municipales. Este accidente, sin embargo, ha venido a acelerar la puesta en marcha del protocolo, que regula el procedimiento a la hora de realizar a los agentes las pruebas de alcoholemia cuando se consideren necesarias.

El juicio rápido tras este accidente no se ha celebrado aún ya que, debido a la gravedad de los hechos, el fiscal pidió más información sobre el siniestro. Como medida cautelar se le prohibirá conducir en tanto no se resuelva el expediente en marcha, por lo que únicamente podrá prestar servicio a pie. Además se ha trasladado el atestado al área de Personal del Ayuntamiento para que se determine la sanción administrativa a la que se enfrentará el agente, que puede ir desde los tres meses hasta los seis años de inhabilitación, así como una suspensión de empleo y sueldo. Al margen de estas sanciones administrativas quedará pendiente la vía penal a la que se tendrá que enfrentar, con las sanciones económicas previsibles y la probable retirada del carnet de conducir.

Carlos Coronado lamentó lo ocurrido y recordó que este tipo de casos son aislados en el seno de la Policía Local, cuyos agentes son, en su inmensa mayoría, "grandes profesionales", dijo.