Ya ha finalizado el verano y las listas del Servicio Andaluz de Empleo (SAE) vuelven a llevar inscritos los nombres de aquellas personas que fueron contratadas temporalmente para cubrir algunas vacantes durante el pasado periodo estival. Actualmente, la ciudad cuenta con unos 10.500 desempleados, muchos de ellos son parados de larga duración y el paro se les acabó hace algún tiempo, al igual que los 420 euros que el Gobierno daba a algunos desempleados. Muchos de ellos provenían de sectores como el de la construcción, la hostelería y otros empleos que no requerían de ninguna formación. Como cada vez el mercado del empleo está más complicado por los requisitos que se exigen, algunas de estas personas se han dado cuenta de que la formación es necesaria para poder optar a nuevos puestos. Por ello, entidades como Comisiones Obreras (CC.OO) a través de las subvenciones de la Junta de Andalucía, imparten cursos de formación para estos desempleados.

En El Puerto, un ejemplo son los desempleados que están recibiendo un curso de Formación Profesional para el Empleo (FPE), subvencionado por la Junta de Andalucía y gestionado por Forem-Comisiones Obreras , bajo el título de 'Informática de usuario'. El curso comenzó el pasado 20 de junio y concluirá este próximo jueves, día 22. Esta actividad formativa tiene una duración total de 220 horas repartidas en un horario de lunes a viernes de 09:00 a 14:00 horas. El curso tiene como objetivo principal dar una formación más completa en el terreno informático. Las clases se iniciaron con 15 alumnos de los cuales quedan actualmente diez, ya que algunos de ellos han encontrado un empleo permanente y otros lo encontraron de manera temporal cuando el curso ya había comenzado.

Para poder acceder a este tipo de programas de formación es necesario estar desempleado y tener todos los documentos del SAE en regla. Además de la cartilla de desempleado, hace falta también tener el Graduado Escolar. A pesar de no ser un requisito imprescindible el nivel de estudios, sí se tiene en cuenta a la hora de seleccionar a los que realizarán el curso dado que son plazas muy limitadas.

Los alumnos del curso tienen una media comprendida entre los 23 y los 52 años de edad. La mitad son hombres y la mitad mujeres y todos ellos tienen como mínimo un año de antigüedad en las listas del SAE. Todos vienen de sectores muy diferentes como la construcción o la moda, aunque lo que prima son oficios relacionados con el sector servicios como repartidores o dependientes, por ejemplo. Muchos de ellos han decidido realizar el curso para poder formarse en el terreno informático y poder ampliar la búsqueda de empleo a través de la red. Es importante resaltar que los alumnos están encantados con lo que les están enseñando, dado que muchos de ellos era la primera vez que accedían al mundo de la informática. A algunos les ha costado arrancar pero poco a poco se van desenvolviendo en los diferentes programas de escritura como el Microsoft Word, programas para la edición de tablas de contabilidad como el Microsoft Excel, entre otros. Muchos de los alumnos han decidido seguir formándose una vez que concluya el curso, bien en otros cursos que se oferten o en los diferentes grados de ciclo medio de los que disponen los diferentes institutos de la ciudad.

Muy pocos de los asistentes poseen estudios superiores y con este curso se han dado cuenta de que la formación es muy importante.

A pesar de la satisfacción generalizada por parte de los alumnos, muchos de ellos echan en falta una parte de prácticas fuera del aula, dado que consideran que no es lo mismo realizar todas esas actividades dentro de un aula con un profesor que puede explicar las dudas que puedan surgir, que el estar en una empresa. Sin embargo, todos consideran que estos cursos son una buena oportunidad para poder seguir formándose en otras disciplinas que nunca imaginaron que iban a poder acceder a ellas.

El profesor del curso también está muy contento con los alumnos, dado que la mayoría aprovechan el tiempo y se nota que les gustan las tareas que realizan en el aula. También considera que estos cursos son una gran oportunidad para los desempleados y afirma que el ambiente de clase invita al trabajo.

A pesar de las diferentes edades de los alumnos y de la formación que han realizado, todos ellos han encajado muy bien y más que compañeros, muchos de ellos son ya amigos y afirman estar algo tristes por la próxima finalización de este curso. Cuando concluya, han decido hacer una pequeña reunión de despedida y confían poder reencontrarse ya integrados de nuevo en el mundo laboral.