El presidente del Conil, Antonio Ureba, anunció ayer su adiós al cargo tras siete años vinculado al club, los dos últimos como máximo responsable. El dirigente hará oficial su marcha en la asamblea prevista para el 12 de junio.

Aunque la decisión la tenía tomada e incluso concensuada con sus compañeros de junta directiva desde hace tiempo, Ureba ha preferido a que el equipo concluyera la temporada deportiva para confirmar su despedida con la satisfacción del deber cumplido.

"El balance de la campaña ha sido el más positivo que nos podíamos imaginar. Sumar 55 puntos con la plantilla que hemos tenido creo que se puede considerar un éxito total. Hemos sido el mejor equipo de la provincia en la categoría y eso es motivo de orgullo", resume el aún presidente conileño.

Llegado el momento de hacer memoria de lo acontecido durantre el curso, Ureba reconoce guardar un grato recuerdo del paso de Pepe Mejías por el banquillo. "Aportó su granito de arena, pero cuando un vestuario se tuerce... Sólo puedo darle las gracias y asegurarle que me consta que las puertas del Conil las tiene abiertas".

Obviamente, no escatima elogios al hablar del técnico que le sustituyó. "Tenía pocas referencias de Mere, pero fue un acierto apostar por él. Tuvo un inicio malo, pero enderezó el rumbo y el equipo fue a más. Necesitábamos enlazar un par de victorias, creérnoslo, y a partir del Pozoblanco fuimos para arriba. Noviembre y diciembre fueron el punto de inflexión".

También se deshace en halagos hacia la plantilla, "un grupo de chavales para quitarse el sombrero. No tengo palabras para ellos porque el apoyo ha sido inmejorable, unos amigos para mí".

Alcanzados los objetivos por parte de los restantes conjuntos del club, el apartado económico ha reportado igualmente más alegrías que tristezas. "Puede que seamos el único club de Tercera que va a pagar una prima por la permanencia, lo único pendiente en estos momentos", explica, añadiendo que "la comunión entre la plantilla y la directiva ha sido total por la confianza, porque hemos cumplido".

De cara al futuro, ya sin él -"seguiré yendo al Municipal con mi carnet de socio", confiesa-, el horizonte pinta bien. "Hay gente dispuesta. El que llegue se encontrará si quiere hasta con el presupuesto. No habrá problemas", advierte, eludiendo referirse a quién se sentará en el banquillo la próxima temporada. "A Mere hay que ponerlo en un pedestal, pero en el mundo del fútbol los que llegan pueden venir con otras ideas".