Laudio-San Fernando

La Isla cotiza al alza (0-1)

  • La escuadra de Iriondo vuelve a derrotar al conjunto alavés y asciende a Segunda B por vez primera desde la refundación del club Puntilla Ñoño marca en la recta final el tanto que sella el salto de categoría.

El San Fernando ya está en Segunda División B. Atrás ha quedado todo el esfuerzo de la liga regular y las eliminatorias de ascenso ante Mutilvera, Levante B y Laudio, brillantemente superada tras ganar por 0-1 gracias a un gol de Ñoño culminando un peligroso contragolpe en la fase final. El equipo de Antonio Iriondo hizo bueno el 2-0 de la ida con una buena labor en la vuelta.

Los isleños se pusieron el mono de trabajo para contrarrestar la motivación con la que los alaveses afrontaban la contienda. Pero al final, el mayor éxito desde la refundación del equipo isleño le ubica de nuevo en la categoría de bronce con un ascenso celebrado sobre el campo del Laudio con los 200 valientes que atravesaron la Península para acompañar al equipo. Un éxito para la historia.

El Laudio arrancó el encuentro con mucha ambición, sabedor de que la tarea de dar la vuelta a ese dos a cero en contra que traía de tierras andaluzas iba a ser muy complicada, por lo que el equipo local acumuló hombres arriba con Silas y Germán Beltrán en las bandas, y Aitor Ramos y Sergio Francisco más centrados. Enfrente, Iriondo ponía a sus mejores galas, con Sambruno un día más como capo de la zaga. Perfecto su partido.

Así las cosas, la primera ocasión clara llegó cuando habían transcurrido apenas cinco minutos de partido, y Sergio Francisco remató de cabeza con peligro, pero el balón se marchó desviado por muy poco justo un minuto antes de que el visitante Ocaña avisara con un tímido disparo desde fuera del área que José Carlos detuvo sin problemas.

Poco a poco, el encuentro fue contando con más alternativas, a lo que hay que añadir que la defensa del San Fernando se mostraba siermpre muy sólida, con Germán e Iván apretando mucho por delante de la línea defensiva formada por López, Polaco, Sambruno y Silveira, lo que no obstante, no impidió que los alaveses gozaran de alguna oportunidad, la más clara protagonizada por Aitor Ramos. Su remate, muy forzado, salió rozando la portería del San Fernando en un gran susto para los gaditanos.

Este tímido arreón de los de casa no inquietó a la escuadra isleña, que incluso pudo adelantarse en el marcador por mediación de Ocaña, quien en el minuto 25 se plantó solo ante José Carlos, pero el portero local atajó el lanzamiento raso que podía haber supuesto el 0-1. No obstante, la pelota no entró y los blanquiazules tuvieron que sufrir en los compases finales de la primera parte, donde hubo momentos de tensión, como los que siguieron a una amarilla vista por Carrión después de simular una falta a juicio del colegiado Castillejo Álvarez.

Tras esta pequeña tangana entre jugadores de ambos conjuntos, en la que los integrantes del Laudio se quejaban de que el San Fernando perdía demasiado tiempo, el visitante Ocaña volvió a contar con un clarísimo uno contra uno ante el portero vasco, quien volvió a responder a la perfección antes de que los dos equipos se marchasen a descansar sin que el marcador hubiera sufrido alteraciones. El ascenso estaba más cerca para el conjunto isleño, sólo restaban 45 minutos.

En la segunda mitad, los laudiotarras pusieron cerco a la portería de David Zamora y corrieron muchos riesgos, ya que los cambios de Ramón Castelo tuvieron un marcado carácter ofensivo y sus laterales se sumaban con frecuencia al ataque. Mientras, Antonio Iriondo puso en acción a Pecci, que ocupó el lateral de Carlos en el interior diestro. Estas variaciones no se reflejaron en más ocasiones locales, puesto que al Laudio le faltaba calma y profundidad mientras el San Fernando buscaba la seguridad atrás y las contras para sentenciar la eliminatoria y el ascenso.

En el minuto 83 llegaría el gol, y apenas un minuto después de que Adrián Martín y el propio Ñoño no finalizaran un dos contra el portero en una jugada clara, donde José Carlos estuvo inconmensurable. Pero en la siguiente llegada Ñoño no perdonó y clavaba en las redes el gol del ascenso que desataba la euforia en el San Fernando. Con este panorama, el tiempo corría a favor de los andaluces, que sabían además arañar segundos al reloj y que controlaban la situación sin demasiados agobios.

Finalmente el encuentro concluyó con el reseñado 0-1, fabulosa explosión de júbilo de los miembros de la plantilla isleña, celebrando con sus 200 aficionados el ascenso. Desde hora y media antes del inicio, este grupo de seguidores ya esperaba a sus héroes, y pudo vivir en Ellakuri la tarde más hermosa del San Fernando desde su renacimiento. El equipo de Iriondo ya está en la categoría de bronce.

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