Los magistrados de Vera Luque se enfrentaron este viernes a su juicio más difícil, el del público. Y apenas bastaron veinte minutos de deliberación para que la audiencia reunida en el Falla fallara a su favor. Las carcajadas del respetable fueron veredicto suficiente para convertirles en las estrellas de una sesión en la que también brillaron el coro de la Viña y el cuarteto de Algeciras.

Inicio de sesión a cargo del coro de la Viña El duende del corralón, que agradó aprovechando su divertido tipo. Adestacar sus tangos y su primer cuplé, además de un conjunto que cantó con suavidad y sin estridencias. Tras ellos turno para el despropósito con la desmesurada chirigota La gorda me da de comer y la desentonada comparsa Los siembravientos. Mucho mejor fue el regreso del cuarteto de Algeciras al concurso del Falla tras dos años de ausencia. La alegría de la 'Güerta' demostró que su estilo puede tener más o menos adeptos pero funciona en el coliseo gaditano. Muchos juegos de palabras, buenas interpretaciones y un popurrí muy trabajado fueron sus bazas para levantar al teatro. Se prevé más competencia que nunca en la modalidad.

Con el objetivo de decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad y además con mucha gracia llegó la chirigota de Vera Luque. Los que van por derecho despuntaron con un repertorio muy completo y divertido, sacando mucho jugo a su tipo de jueces. Como cada año, la chirigota del Vera se sitúa entre las mejores a la espera del veredicto de los jueces del Concurso.

Tras el receso de quince minutos continuó la sesión con la comparsa Los quitapenas, que interpretó con gusto exquisito sus buenas letras. Después le tocó el turno a la chirigota Los que aprobaron en septiembre, con algunos buenos golpes y un gran segundo cuplé. Sigue mejorando año tras año esta agrupación isleña. A continuación, la comparsa Porque digo la verdad no aprovechó su buen grupo de voces y la chirigota del Cascana se ganó al público con su arte chirigotero y su guasa. Mucha crítica y un repertorio loco el de El candidato (y sus concejales). Final por todo lo alto con la buena comparsa barbateña De estraperlo, a la que sólo le faltó un poquito de la pausa necesaria para degustar sus buenas letras y voces.