Localidad: Algeciras

Letra: Manuel Antonio Calderón Guillén

Música: José María Durán Monroy

Dirección: José María Durán Monroy

En 2013: Los elementales

El tipo. Bandoleros.

Las coplas. La gran baza de esta comparsa, la interpretación, no decepciona en este segundo pase en el Concurso. Interpretan templados pero con fuerza, compactos y conjuntados . Hacen buen papel en este pase, sobre todo, con un pasodoble donde le cantan a un tema social de actualidad, el maltrato recibido por los inmigrantes que llegaron a las orillas de Ceuta, además de no olvidar las concertinas de Melilla. A Rajoy le desean que se vea así algún día "sin pan, ni esperanza y ante una alambrada temblando de miedo". Aparte de esta letra, de la que hay que valorar que sea tan apropiada, el resto del repertorio cae un poco. El primer pasodoble contra los sindicatos tienen un mensaje claro pero se cuida menos la literatura. Se revelan contra la corrupción que los desvirtúa y estarán junto a los compañeros que luchen honestamente. Los cuplés, a Bale y a un chiquillo revoltoso, en la media de la modalidad . El popurrí un poco más pesado y un tipo no muy atractivo le pesan para el pase.

EN PRELIMINARES

Las coplas. Siglo y medio después vuelve El Tempranillo y compañía para reírse de nosotros, los del "alma hipotecada" y la "conciencia dormida". Andaluces apoltronados. Por eso, regresan, para que exijamos "Andalucía y libertad". Ellos lo hacen con una presentación donde la interpretación supera a todo lo demás. Las alusiones regionales continúan en el primer pasodoble dedicado a la presidenta de la Comunidad andaluza, Susana Díaz,a la que seguirán y pondrán en sus manos su arma, si se convierte en la "madre" de los andaluces, en su "bandolera". Madre como estereotipo de la dulzura, la lucha por sus hijos, el desvelo...  En el siguiente, quizás con ideas  expresadas de forma más borrosas, declaran que tienen sangre republicana que se revuelve cuando "una infanta de mierda" se pasa no sé qué "por la zarzuela". Los casos de corrupción en los hijos y yernos del Rey acaban en muestras de respeto por el monarca, separándolo de su indignación (por eso no termino de pillar lo de la sangre republicana). "La monarquía morirá  contigo", rematan pero no sé en qué tono, la verdad. En los cuplés, muy de la modalidad, le pillan en una infidelidad y, en el siguiente, encasquetan a la familia Real en programas televisivos (ya se cantó uno igual pero con diferentes programas). Estribillo de "revolución". En el popurrí, como en la presentación, la interpretación es lo que brilla.