El 18 de marzo de 1936 unas manos salvaron el rostro y los brazos de Jesús Nazareno, imagen de referencia del barrio de Santa María. Pese a que se han cumplido varias décadas de aquellos hechos, las anécdotas y suposiciones sobre lo que verdaderamente ocurrió antes, durante y después de la quema de enseres en Santa María siguen a la orden del día entre cofrades y vecinos. Ahora, al fin, el cofrade José Luis Ruiz ha conseguido averiguar quién fue el autor de aquella heroicidad que permitió que hoy en día se siga conservando una de las imágenes más devocionales de la ciudad. Además, ha conseguido localizar una fotografía que permite identificarlo más claramente.

El gaditano Ramón Fernández Borrego (en la imagen de al lado) fue la persona que liberó del fuego la cabeza y los brazos del Nazareno. En un principio, José Luis Ruiz pensó que el autor había sido Manuel Fernández, hermano de Ramón -como de hecho llegó a publicarse el Jueves Santo en un reportaje del suplemento de Semana Santa de este periódico-. Precisamente a raíz de este reportaje, la hija de Manuel Fernández Borrego, Emilia Fernández Ordorica, ha puesto en conocimiento de Ruiz la identificación final del autor de aquellos hechos.

Según explica ahora José Luis Ruiz, Ramón Fernández Borrego nació en 1912 y se hizo dominico -como muestra la fotografía en la que aparece junto a su madre, Soledad Borrego-. El 1 de agosto de 1933 ingresó en el servicio militar y poco más de un año después de los sucesos en Santa María, el 2 de abril del 37, causó baja por una enfermedad que acabaría definitivamente con su vida el 18 de diciembre de ese año.

Aquel 18 de marzo de 1936, recuerda Ruiz Nieto-Guerrero (que después de una profunda investigación ha logrado finalmente descubrir al gaditano que salvó de la quema la imagen del Nazareno) que Ramón Fernández Borrego recuperó la cabeza y los brazos del Nazareno, los cuales depositó en un cubo en el interior de un pozo del número 22 de la calle Botica. El Salvador del Regidor Perpetuo de Cádiz ya tiene rostro.

Además, Ruiz Nieto-Guerrero ha localizado el nombre de este gaditano que ingresó en la orden de los dominicos -que curiosamente en la capital gaditana están establecidos muy cerca de Santa María- en el libro de enterramientos del Cementerio de San José del año 1937, "donde consta la inhumación de Ramón Fernández Borrego en la fecha indicada (el 18 de diciembre)".

Por su parte, quien se creía en un principio que había salvado al Nazareno (Manuel Fernández Borrego), era un mecánico -"que sabía leer y escribir, al igual que Ramón", precisa Ruiz- que se trasladó a Barcelona a finales de los 40, donde se casó y tuvo una hija, Emilia Fernández Ordorica, que es la que muchos años después ha desvelado todos estos datos.

La historia de aquel 18 de marzo de 1936 por fin ha encontrado desenlace. El salvador del Nazareno ya tiene rostro: el de Ramón Fernández Borrego, cuyas manos salvaron a las de tan venerada imagen. Benditas manos.