Te vas a Internet, buscas Bibi y te dicen que "lamentablemente no tenemos información sobre este nombre". ¡Qué sabrá esta gente! Desde luego no tienen ni idea de nuestra Bibi, única, incomparable, la ministra más joven de la historia de la democracia (llegó al Gobierno con sólo 31 años), hija de Alcalá, con un padre colocado en la Diputación, por supuesto como jefe, y una experta en el Arte Flamenco, que para eso cuando fue fichada por Zapatero, en una de sus brujerías, nuestra Bibi era directora de la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco, ¡toma ya! Si don Antonio Chacón, Manolo Caracol, Lola Flores, Camarón o el Beni, por citar a algún genio, la hubieran visto dirigiendo su arte vete a saber lo que hubieran dicho.

Bien, pues decía que en Internet no saben nada de Bibi, así a secas, que es como debe quedar ya para la posteridad este portento de ministra. Y es que díganme si no quien apadrina tantas paridas no debe pasar a la antología, por lo menos, del disparate, sobre el que han escrito varios catedráticos aportando varias 'joyas', que para mí que eran exclusivas de nuestra Bibi. Por ejemplo cuando, refiriéndose a los movimientos del corazón responde que "se trata de un órgano que siempre está en movimiento y sólo está parado en los cadáveres".

Porque, ¿es no un disparate tomar posesión de su cargo y al primer día enfrentarse a la Real Academia de la Lengua con aquello de "miembras"?

Pero la favorita de Manuel Chaves (él es su gran valedor político), cuando se trató de defender las nuevas reformas de la ley de aborto, más conocida emocionada y evocadoramente con el prefijo de interrupción voluntaria del embarazo, continuó la racha de genialidades diciéndole a la comunidad científica que "un feto de 13 semanas es un ser vivo, pero no es un ser humano".

Y ahora acaba de ponerle la guinda a su tarta de despropósitos diciendo -¡atiendan bien!- que "si una joven de 16 años puede ponerse tetas sin que lo sepan sus padres, lo lógico es que también pueda abortar". ¿Qué les parece? Es genial o no nuestra Bibi, ¿a que se merece que desde ahora en Internet, cuando se llame a Bibi, no aparezca que no hay información sobre ella? Nuestra Bibi, la 'miembra' de nuestro Gobierno de Zapatero, la que deja en pañales a los científicos, la que dice que las niñas pueden abortar cuando a ellas les de la gana sin permiso de sus padres, la que iguala el aborto a "ponerse tetas" no solamente es genial, sino que no nos la merecemos.