Cuatro de los pilares sobre los que se sustenta la gestión diaria del Ayuntamiento de Cádiz se pueden ver afectados con cargas de trabajo extra a partir del 10 de marzo próximo, una vez celebradas las elecciones del 9-M.

José Loaiza (candidato al Parlamento Andaluz), Ignacio Romaní (Senado), José Blas Fernández (Senado a través del Parlamento de Andalucía) y, por encima de ellos, la propia alcaldesa Teófila Martínez (Congreso) tendrán que compatibilizar sus nuevos cargos, si salen elegidos, con sus actuales responsabilidades locales en un periodo que se prevé especialmente intenso y esencial al meterse la ciudad ya de lleno en la fase final de la preparación de la ciudad de cara al Bicentenario de la Constitución de 1812.

Poco dada a grandes cambios internos, Teófila Martínez va a tener que mover algunas fichas a partir de marzo para garantizar la gobernabilidad del Ayuntamiento y evitar que no se note la ausencia de diputados y senadores cuando éstos se encuentren en Madrid o Sevilla.

El primero de los cambios que se va a ejecutar tiene como protagonista al teniente de alcalde de Urbanismo. José Loaiza, que hace cuatro años estuvo a punto de tirar la toalla, especialmente asqueado tras los intentos de implicarle en la polémica de los asustaviejas, dejará esta importante delegación asumiendo otra de menor relevancia pública y que le permita delegar aún más en los técnicos. Loaiza ya intentó al final del pasado mandato dejar esta delegación, asumiendo que acumulaba numerosos cargos públicos (diputado provincial, presidente del PP provincial), pero se lo impidió la alcaldesa. Ahora, sin embargo, las fuentes de esta formación consultadas por este diario dejan entrever que sí se va a producir el cambio de actividad dentro del gobierno local.

La posible salida de Loaiza de Urbanismo se produce en pleno proceso de elaboración del nuevo PGOU y en un año fundamental para el desarrollo del programa del 2012. Ocurre también cuando la misma concejalía afronta la jubilación de su director de área, Ernesto Martínez que, no obstante, mantiene una relación diaria con el Ayuntamiento como asesor para el PGOU y para otros grandes proyectos urbanos, como la Plaza de Sevilla.

La cuestión ahora es poner nombre al sustituto de Loaiza en el Ayuntamiento. Suena como el más preparado para este cargo, Juan José Ortiz, que está realizando una buena labor al frente de Vivienda y cuyo carácter dialogante es bien recibido por el colectivo vecinal. En su contra está que gestiona también una de las concejalías más fuertes del equipo de gobierno: la del Bicentenario. Demasiada carga de trabajo.

Loaiza, que dada su labor en Cádiz sin duda va a ser 'utilizado' con intensidad por Javier Arenas en Sevilla, va a dejar también su escaño en la Diputación Provincial, que ocupará Ana Mestre, su vicesecretaria de Organización provincial y concejala de Igualdad desde 2007. Política especialmente ambiciosa se sitúa ya, a pesar de corta edad, en la lista del Congreso y acabará en abril en la Diputación Provincial. Tan fulgurante carrera hace que en su partido se ironice sobre como "los nuevos (los jóvenes que entraron en el Ayuntamiento en 2007, y en especial las mujeres) están buscando su sitio" a la hora de tomar las riendas del Ayuntamiento en un futuro tal vez no muy lejano, lo que está provocando algunas tensiones, ciertamente muy soterradas y que difícilmente irán a más, en el gabinete de Martínez que, tras la salida de Julio Braña y, en menor medida, de Fernando Sicre, se libró de disputas internas especialmente molestas para alguien a la que le gusta controlar todo lo que se hace y se cuece en San Juan de Dios.

Otra pata importante en el día a día es Ignacio Romaní, al que le consideran ya como uno de los hombres fuertes de Martínez situándose en posición muy ventajosa de cara a la futura carrera para su sustitución, que en todo caso no se abordará hasta después de las elecciones de 2011. En el caso de que salga elegido como senador tendrá que compatibilizar tiempos con el importante área de Fomento, como José Blas Fernández lo hará con Hacienda si sigue en la cámara alta.

El retorno de teófila

Y ¿qué pasa con Teófila Martínez? Tras la travesía por el desierto como candidata a la presidencia de la Junta, Martínez ha conseguido lo que de verdad deseaba: retornar al Congreso como diputada.

La alcaldesa siempre ha considerado que su presencia en Madrid beneficia a los intereses de la ciudad. Es cierto que todo depende de quién gobierne en la Moncloa. Los comicios del 9 de marzo se presentan en este sentido como muy complejos, sin un ganador claro. Si el PP retorna al poder, Martínez podrá utilizar de nuevo la línea directa en su día mantuvo con el gabinete de José María Aznar, aunque buena parte de quienes entonces le servían de altavoz de las necesidades de la ciudad ya no ocupan cargos de relevancia en la formación conservadora; si, por contra, el PSOE se mantiene en el Gobierno podrá mantener las magnificas relaciones con la actual vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, y seguir aprovechando el decidido apoyo de los socialistas a todo lo relacionado con el Bicentenario.

Como diputada Martínez tendrá que acudir varios días a la semana a Madrid. Y Madrid no está tan cerca como Sevilla. Eso sí, va a mantener las dos reuniones que ahora organiza a primera hora de los lunes para tratar, primero, sobre temas de urbanismo (que los domina a la perfección) y, segundo, sobre el Bicentenario. Cuestiones esenciales para la ciudad que ella lleva directamente.

La presencia de Jorge Moreno, que aún sin ser concejal controla la gestión de todo el Ayuntamiento a modo de un vicealcalde en la sombra, permite dar cierta continuidad a la labor de gobierno ante las ausencias de quienes resulten elegidos el 9 de marzo, siempre y cuando no se creen tensiones internas en el grupo de gobierno entre veteranos y nuevos. De este último grupo, adelantan fuentes del PP, podría salir el nombre de quien sustituya en la alcaldía a Teófila. ¿Cuándo? Pues cuando ella quiera.

"Si el partido entiende que es necesario poner gente nueva para captar el voto joven, lo encajo perfectamente. Tras 25 años, soy disciplinado, porque lo que yo quiero es que el PP gane las elecciones". De su etapa como senador se mostró satisfecho: "Tengo la conciencia tranquila porque he trabajo y lo seguiré haciendo como teniente de alcalde. Reconozco que mi imagen pública no es agradable y que el PSOE la utiliza mucho, pero nadie puede negar que hago mi trabajo".