La herencia económica es buena si el receptor recibe dinero. Lo malo es cuando lo que le vienen son deudas acumuladas por el testador. Y eso es lo que le ha pasado al nuevo gobierno municipal que preside José María González: en lugar de recibir las arcas del Ayuntamiento con fondos éstas se han encontrado vacías y con un boquete que se cifra ya en 275 millones de euros, pendiente de que concluyan los informes que se están elaborando sobre el verdadero estado de la Hacienda local.

Esta enorme deuda, de las que algo más de 60 millones corresponde a pagos a proveedores, normalmente pequeñas y medianas empresas de la ciudad que viven en muchos casos de los contratos municipales, marcará sin duda la capacidad de gestión del nuevo gobierno, limitándole las posibilidad de ejecución de proyectos que supongan una fuerte inversión económica procedentes de sus propias arcas.

"Cádiz es el octavo ayuntamiento del país más moroso. La media de pago es de 123 días (en algunos departamentos se han llegado a dilatar el abono de las facturas hasta un año), cuando el límite impuesto por el Ministerio de Hacienda es de 30 días", alerta el alcalde en conversación con este periódico.

Tiene claro González que buscar una solución al grave problema de la deuda "es una prioridad nuestra desde el primer día, tanto en el pago a los proveedores como al pago de la deuda financiera. No vamos a improvisar. Está ahora en un proceso de elaboración de la auditoria de todas las cuentas del Ayuntamiento y preparando los informes técnicos" para ver cómo se podrá actuar en los próximos meses.

Lo cierto es que el endeudamiento se ha disparado en el último mandato corporativo del PP. Especialmente grave es la situación heredara en cuanto al pago a los proveedores, sobre todo cuando el Ayuntamiento de Cádiz formó parte de los dos primeros planes que puso en marcha el Gobierno Central, que aporto fondos para hacer frente a estas deudas. Dinero que ahora deben devolver todos los municipios afectados, con lo que ello supone de carga financiera. A pesar de estas ayudas, en el último año los débitos a los pequeños y medianos empresarios volvieron a dispararse hasta llegar a los mencionados 60 millones con los que se ha encontrado el gobierno de José María González.

"Cuando el PP llegó al poder (en 1995) el Ayuntamiento tenía una deuda de 16.200 millones de pesetas, que son unos 97 millones de euros (sin contar los efectos de la inflación de todos estos años). Durante los años de gobierno de los populares lo que se debe ha aumentado 9 millones por ejercicio. De esta forma, el responsable de la Hacienda en estos años, José Blas Fernández, no está en situación de dar lecciones de gestión y de economía a nadie".

Más allá de las medidas que pueda adoptar el Ayuntamiento, sólo cabe la esperanza de que el Gobierno Central, gobernado por el PP, no adopte medidas radicales a la hora de exigir a los municipios el pago de estas deudas de forma inmediata "como no ha pasado en estos años en los que ha gobernado en Cádiz el Partido Popular".

En este sentido se espera la colaboración de los concejales y diputados gaditanos de esta formación a la hora de presionar ante Madrid la adopción de medidas que faciliten la recuperación económica del Ayuntamiento.