"Que nadie ponga en duda que lo que está presupuestado para finaliza la obra está garantizado". Así se refirió ayer la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, a las obras, paralizadas, del segundo puente sobre la Bahía. "No se debe nada ni hay falta de liquidez, sólo existe un desacuerdo en la valoración de un proyecto modificado, que tiene su trámite, por las dos partes. Dragados lo valora de una forma y Fomento de otra", precisó. La primera edil dijo haber obtenido esta información tras llamar en la mañana de ayer tanto al director general de Carreteras, Jorge Urrecho, como al secretario general de Infraestructura del Ministerio de Fomento, Manuel Niño.

Apuntó además que es "habitual" que "en una obra de este tipo" se produzcan discrepancias y señaló que el modificado "es el final de la obra", y "quizá Dragados haya pensado que deba presionar en este momento ralentizando la obra". Martínez afirmó que "cualquier persona puede entender que, con la crisis que tenemos, el Ministerio de Fomento defienda cada euro invertido", recalcando que "no es cierto que no haya dinero para terminar la obra". De la misma manera, la alcaldesa desveló que ha pedido a los responsables de Fomento que "agilicen lo máximo posible la toma de decisiones" para que la constructora Dragados y el Ministerio lleguen a un acuerdo sobre el coste de los modificados del proyecto y así el ritmo de ejecución de las obras no siga viéndose ralentizado.

Antes de que Martínez ofreciera extas explicaciones en rueda de prensa su versión, el secretario general del PSOE de Cádiz y portavoz municipal, Fran González, denunciaba "el engaño" al que Teófila Martínez, "tiene sometido a los gaditanos con respecto a la paralización de las obras del segundo puente". Según González, "después de querer quitar importancia al asunto diciendo que se trataba de un modificado del proyecto, ahora resulta que se trata de un problema económico y de falta de liquidez por parte del Ministerio de Fomento, que no puede hacer frente al pago a Dragados para acelerar la construcción del tramo atirantado, que debía quedar lista este verano". González manifestó que "nos encontramos ante una obra con un sobrecoste de más de 200 millones de euros y un retraso de más de dos años, cifras que parece ser que se verán incrementadas por los cambios que todavía quedan por realizar al proyecto y por la falta de medios económicos del gobierno central para seguir costeándola. Ante esta realidad la alcaldesa de Cádiz quiere dar aspecto de normalidad a una paralización que llega en un momento clave de los trabajos y a culpar a la empresa".