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informe | el derribo del cementerio de cádiz

El final del cementerio

  • El derribo del cementerio avanza El Ayuntamiento ya prepara los trabajos para exhumar los restos reclamados por Bebés Robados, la Memoria Histórica y por particulares

El cementerio de San José está dando pasos agigantados para su final definitivo y para su conversión en un nuevo parque público, a pie mismo del paseo marítimo. Cerrado hace más de dos décadas a nuevos enterramientos, al llegar a una situación de colapso y tras la apertura del cementerio mancomunado de Chiclana, el Ayuntamiento aprobó hace unos meses su clausura, un procedimiento administrativo que le ha permitido el inicio de los trabajos de demolición de las cuarteladas que aún seguían en pie y, sobre todo, la exhumación de los restos que aún descansan en el camposanto y que ahora son reclamados por familiares o colectivos ciudadanos, que han tenido oportunidad para ello a lo largo de las dos últimas décadas. Son restos todos que están enterrados bajo el cemento que cubre todo el cementerio e incluso en algunos casos, bajo las propias cuarteladas de nichos, ya vacías, que ahora se están derribando.

Diario de Cádiz realizó a principios de esta semana una visita al cementerio de San José, acompañado por el teniente de alcaldesa Ignacio Romaní así como por técnicos de Cemabasa, la empresa pública que gestiona varios camposantos de la Bahía. El recorrido por el antiguo cementerio, que comenzó a funcionar a principios del siglo XIX, permite vislumbrar por una parte la complejidad del trabajo que allí se está ejecutando y, por otra, la rapidez con la que el mismo se desarrolla lo que permitirá cumplir los plazos inicialmente previstos fijados en tres meses.

Buena parte de las cuarteladas existentes en el tramo más cercano a la calle Antonio Accame ya se han derribado. Los escombros resultantes no se retirarán del solar. Se van a apilar junto al patio 6 donde se instalará una máquina que se encargará de machacar 19.000 metros cúbicos de restos hasta reducirlos a 15.000 metros cúbicos. A fin de aminorar el impacto acústico de esta máquina en esta zona se dejará en pie las cuarteladas que dan a la zona del vecindario. Se ha elegido esta zona ya que bajo el subsuelo no hay restos que podrían dañarse por el peso de la maquinaria. Los materiales, ya tratados, servirán en su momento, para nivelar el terreno ya que el cementerio está unos dos o tres metros por debajo del nivel del acerado a la altura del paseo marítimo.

En la operación de derribo de las cuarteladas mediante máquinas excavadoras se dejan en pie las dos primeras alturas de nichos a fin de evitar, también, destrozos en las primeras capas del subsuelo.

Concluido este proceso, quedará por realizar una segunda fase que se antoja aún más complicada y, sobre todo, más delicada: la recuperación de los restos humanos que aún descansan bajo tierra.

Los datos de los archivos del cementerio de San José, uno de los más completos y cuidados de los camposantos españoles, indican que en los dos siglos de existencia del mismo han sido enterrados 286.000 personas. Todos los que ocupaban los miles de nichos y osarios y de buena parte de los panteones ya han sido trasladados a otros cementerios, fundamentalmente el mancomunado de Chiclana. Quedan en pie 52 panteones, que una vez se decrete la clausura definitiva, para lo que se está pendiente de la obligada orden de la Junta de Andalucía, serán exhumados de oficio, aunque en cinco de ellos hay familiares dispuestos a realizar estas labores. El Ayuntamiento está estudiando el valor artístico de algunas de las estatuas que presiden algunos de estos conjuntos funerarios para reubicarlos en Chiclana.

Cemabasa calcula que bajo tierra hay unas 3.600 sepulturas. No hay un número fijo de cuerpos enterrados en cada una ya que en algunos casos, según las catas realizadas, pueden acoger hasta una veintena de cuerpos. Además se dispone de dos grandes fosas comunes, una de ellas, ubicada junto al patio 1 en la zona más antigua del camposanto, con una extensión de 10 metros por 17 y una profundidad cercana a los tres metros.

Previa a la actuación por oficio por parte de Cemabasa a la hora de trasladar los restos que queden en San José, el Ayuntamiento prepara ya actuaciones específicas procedentes de las peticiones realizadas por la Asociación de Bebés Robados (con 59 casos), por la Memoria Histórica y por seis particulares.

En todos estos casos un elemento esencial es, lógicamente, localizar dónde están los restos. Lo cierto es que la completa documentación existente en el cementerio facilita de forma sustancial esta labor, especial en los casos particulares y, en parte, en los reclamados por Bebés Robados, aunque en este caso la posibilidad de la existencia de varios cuerpos de niños enterrados en una misma zona llevará en su momento al Ayuntamiento a exhumarlos en bloque (de dos a cinco cuerpos, se prevé) para que una vez realizadas las pruebas de ADN se pueda dilucidar cuáles son los restos buscados.

Más complicada se supone la operación planteada por Memoría Histórica. Por lo pronto no se sabe el número exacto de cuerpos que se quieren localizar y exhumar. Se están siguiendo para ello varios estudios, como el de Alicia Domínguez y el más reciente de Gutiérrez Molina, pero se plantea que algunos cuerpos se hayan pasado a otros enterramientos e, incluso, que la ubicación que se incluye en los archivos del cementerio no sean totalmente fiables especialmente en los casos en los que los cuerpos se hayan enterrado en la fosa común. El Ayuntamiento de Cádiz ha dado toda clase de facilidades a esta Asociación, como también a Bebés Robados, para que realicen los trabajos de exhumación en el cementerio.

Por lo pronto se van a realizar diversas catas en zonas donde pueden estar los cuerpos, teniendo en cuenta que en Cádiz no se abrió una fosa común específica para los fusilados durante la Guerra Civil. Así, se realizarán catas para ir localizando los puntos de desentierro. La asociación de Memoría Democrática ha solicitado al Ayuntamiento ayuda para realizar este trabajo, debido a sus escasos recursos. A costa del municipio correrá la limpieza del terreno y la señalización del mismo. El colectivo, a partir de ahí, trabajará en espacios de 1x1 metro cuadrado. La posición en la que se localice el cuerpo o la existencia en los restos de impactos de bala serán elementos fundamentales para saber que se ha localizado el enterramiento de fusilados en la Guerra. El arqueólogo municipal, José María Gener, ha elaborado un extenso estudio sobre varios de los fosos ya analizados, que facilitará las labores a realizar durante los próximos meses.

De cara a todo este proceso de exhumación, el Ayuntamiento no ha puesto fecha a ninguno de estos colectivos, y en especial al relacionado con la Memoria Histórica, para que ejecuten y culminen los trabajos. Lo cierto es que desde que se cerró a enterramientos el camposanto gaditano, la Corporación ha tenido un especial tacto a la hora de agilizar el proceso de exhumación de todos los restos, hasta el punto que hasta apenas unos tres años no terminó el traslado de todos los que se encontraban en los nichos y osarios En todo caso, sí se va a pedir una cierta agilidad en los trabajos, para no dilatar durante mucho tiempo la futura urbanización de los terrenos, donde irá un parque público y varios equipamientos ciudadanos. A la vez, se ha solicitado la instalación de una carpa que cubra la zona donde se trabaje, evitando que pueda verse desde el exterior.

En el caso de los bebés robados, en el cementerio de Chiclana se habilitarán unas dependencias para preservar los restos de los pequeños mientras se realizan los estudios de ADN. Como el espacio es, lógicamente, limitado, se espera también agilidad por parte de este colectivo.

Mientras que se ejecutan todos estos trabajos, el Ayuntamiento iniciará también por su parte las labores de exhumación de los restos que están enterrados de cementerio. Todos serán trasladados a Chiclana donde se habilitará un espacio para su descanso, con una ubicación similar a la que tiene en Cádiz.

A pesar de que el Ayuntamiento quiere conseguir la máxima agilidad a la última fase de desalojo y derribo del cementerio de San José, lo cierto es que resulta muy difícil fijar un calendario para el inicio de las obras del futuro parque de El Descanso, que sustituirá al camposanto. Asumiendo lo delicado del trabajo que ahora se ejecuta no sería de extrañar que los trabajos en este equipamiento tengan que esperar a la próxima corporación municipal, tras las elecciones de 2015.

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