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Cádiz

"Soy consciente de vuestra demencial situación"

  • Unos 300 alumnos de Ingeniería irrumpen en el Rectorado para reclamar a González Mazo la nueva Escuela, que sigue inacabada y "en lamentable estado de abandono"

Surgió. Surgió de la impotencia, porque el tiempo pasa y nada mejora, empeora. Surgió de la indignación, porque hay situaciones y escenarios que escapan a toda lógica y, sin embargo, están ahí. Surgió del cansancio acumulado, porque toparse con los mismos obstáculos día tras día agota. Surgió. La acción de acudir al Rectorado para expresar el malestar por el precario estado de la Escuela Superior de Ingeniería surgió de esa impotencia, de esa indignación, de ese cansino cansancio.

Fue al término de la asamblea de estudiantes convocada ayer por la Delegación de Alumnos de la ESI para abordar la insostenible situación que están padeciendo cuando el representante de los estudiantes propuso, como posible acción de protesta, ir al Rectorado de la Universidad de Cádiz para reclamar la nueva Escuela. "¡Vamos!". "¡Vamos ya, ahora!". Así surgió.

Al grito de "¡Queremos nuestra escuela!", unos 300 alumnos fueron accedieron al inmueble minutos antes de las doce del mediodía, y una vez dentro subieron las escaleras preguntando por el rector. Eduardo González Mazo no se hizo esperar. Ni tampoco el aluvión de quejas: "No tenemos laboratorios". "Los centros en los que estamos se están cayendo". "Tenemos que encender los interruptores con guantes para evitar quedarnos pegados". "Hay overbooking en las aulas". "Nos llevamos a clase nuestros portátiles porque los ordenadores no funcionan".

Calma. El rector pidió calma. Y con ayuda del representante de los estudiantes, Francisco Maestre, se inició un ordenado turno de preguntas y respuestas que se prolongó durante dos horas, hasta que los alumnos fueron abandonando paulatinamente el edificio.

Dos horas que dieron para mucho. Dos horas en las que González Mazo dijo frases como éstas: "Soy consciente de la demencial situación en la que os encontráis. Es insostenible. Crítico. Y sé que no puede continuar la cosa como está, porque si ya era mala hace años, ahora es dramática". "No estoy aquí para apaciguar los ánimos de nadie. Estoy aquí para decir la verdad".

Acto seguido les informó de los diversos problemas que han impedido que la nueva sede de la ESI -aún sin concluir en el campus de Puerto Real- sea ya hoy (más de una década después de plantearse en la UCA su necesidad y más de cuatro años transcurridos desde que se inició la obra) una realidad. "La obra está parada. Lleva así casi un año porque no hay dinero, y su deterioro en ese tiempo ha sido impresionante. Se encuentra en un lamentable estado de abandono, y como siga abandonada, todo lo que se ha hecho hasta ahora va a ser para nada".

Ante la presencia del director de la ESI, Juan José Domínguez, que se personó en el Rectorado minutos más tarde que los alumnos, el rector les informó de que la Junta de Andalucía adeuda 70 millones de euros a la UCA, y les habló también de "la delicadísima situación económica" por las que atraviesa la institución. Una situación, dijo, "que nos está llevando a realizar restricciones en investigación, formación, transferencia, etc., porque la Junta solo nos garantiza las nóminas". "La UCA lleva desde marzo sin pagar a proveedores". Silencio.

Retomó el tema asegurando que la Universidad ya dispone de permiso de obra para la urbanización de las inmediaciones de la nueva ESI. "¿Qué nos falta? Dinero. ¿Dónde está? En la UCA no. El dinero, o viene de la Junta o no viene. Desde junio de 2011 se viene hablando de una operación con el Banco Europeo de Inversiones, y se va a intentar ejecutar en 2013, ¿pero se conseguirá? No lo sabemos. El estado actual es de absoluta incertidumbre". Y puntualizó que no solo se precisan cuatro millones para finalizar la obra. "Hace falta más dinero porque hay que equipar el nuevo edificio y urbanizar el exterior".

Tomó la palabra Francisco Maestre para concienciar a sus compañeros de que el próximo año no se producirá el ansiado traslado a las nuevas instalaciones. "Así que es mejor que nos centremos en el presente y en los problemas que tenemos en los distintos centros en los que estamos repartidos los 3.300 alumnos". Así se hizo. Un alumno preguntó: "¿Qué va a pasar el año que viene? ¿Y por qué estamos ocupando un edificio (la antigua Escuela de Enfermería y Fisioterapia) que fue abandonado hace años por no ser apto para impartir docencia? Estamos hartos de ser los últimos monos de la UCA". "Mi intención -fue la respuesta de González Mazo- es que no seáis los últimos monos".

"¿Por qué se pusieron en marcha hace dos años dos nuevos grados en la Escuela si ya no había espacio para los que estábamos?". "La anterior directiva de la ESI lo creyó oportuno porque pensó que en 2011 ya se habría efectuado el traslado a la nueva sede, y posteriormente fue aprobado por el Consejo de Gobierno". En este punto, y anteponiendo el rector que no quería eludir responsabilidades, indicó que está al frente de la UCA desde junio de 2011. "¿Y por qué no ha hecho usted caso a la propuesta de la Escuela de reducir para este curso el número de alumnos de nuevo ingreso sabiendo cómo estamos?". "Por la alta salida laboral de los grados en Ingeniería. Pero es verdad que no se puede luchar contra lo imposible. El año que viene, si hay que bajar el cupo, se baja", se comprometió.

Ése no fue su único compromiso. Numerosos alumnos le pidieron que acudiera a la Escuela para conocer su realidad. "Usted dice que conoce el centro, y lo conocerá. Pero no conoce nuestra situación, nuestro día a día". Es por eso que, tras la insistencia de un gran número de estudiantes, el rector revisó su agenda y aceptó visitar la ESI hoy, a las once. La última vez que estuvo en ella fue en julio, dijo. E igualmente dejó clara una cosa: "Hasta ahora mi lucha no ha sido menor por no haber ido a la Escuela en los últimos meses. Yo me he movido, que no os quepa duda".

También se invirtieron varios minutos en hablar sobre el futuro de los dos nuevos grados que se imparten en la Escuela: Ingeniería en Aeroespacial e Ingeniería en Diseño Industrial y Desarrollo del Producto. El próximo ejercicio lectivo se estrena el tercer curso de ambas carreras, y para desarrollar las prácticas son necesarios laboratorios y talleres inexistentes actualmente. "¿Qué va a pasar con esos laboratorios, nos garantizan que los tendremos y que tendrán suficiente calidad o tendremos que irnos a terminar los estudios a Sevilla?". Su contestación: "Ahora mismo no tengo solución. Pero está claro que hay que dársela. En un período no superior a dos semanas le daremos una solución", garantizó. Y telefoneó a la directora general de Infraestructuras, Carmen García, quien se personó y les comunicó que la puesta en marcha de esos laboratorios es "nuestra prioridad, pero no lo podemos garantizar". "No se van a realizar inversiones en ningún grado, salvo en esos dos", agregó. Sus palabras no contentaron a los alumnos que quedaban en ese momento en el Rectorado, y fue por ello que expusieron al rector la posibilidad de protagonizar un encierro o hacer huelga. "Como personas libres que son, desarrollen las acciones que consideren oportunas siempre que sea con respeto democrático". Otra de las frases que pronunció antes de despedirse del centenar de estudiantes que aún proseguía en el Rectorado fue: "Esto es la primera vez que ocurre en los más de diez años que se lleva reclamando la nueva Escuela Superior de Ingeniería. Esto marca un antes y un después".

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