El nuevo organigrama que el obispo diocesano, Rafael Zornoza, quiere establecer para el funcionamiento del Obispado sigue tomando forma a cuentagotas. Después de que hace unas semanas designara un nuevo vicario general para Ceuta y un nuevo también vicario de Pastoral, en el día de ayer se hizo público la creación de un delegado episcopal para el área de Patrimonio en la diócesis. El sacerdote David Gutiérrez Domínguez -párroco de Santa Teresa en Ceuta pero que también ha sido designado nuevo párroco de San Juan de Dios, en Medina- es el elegido para esta responsabilidad.

Este nombramiento modifica sustancialmente el funcionamiento del área de Patrimonio. Hasta ahora, estaba dirigida y coordinada por un secretariado diocesano al frente del cual estaba -y sigue estando- José Carlos García Solano. De esta forma, entre otros aspectos, el director del secretariado rendía cuentas directamente al vicario general, pues este secretariado dependía de la Vicaría; y el área de Patrimonio era coordinada por un laico. Ahora, la medida de Zornoza implica que un miembro del clero secular vuelve a estar al frente de Patrimonio. Y que el Secretariado cuenta con un intermediario entre su gestión y la cúpula del Obispado. En definitiva, la nueva estructura de Patrimonio será igual que la que existe, por ejemplo, en el área de las hermandades y cofradías, donde hay un director del secretariado (Alfonso Caravaca) y un delegado episcopal (Sebastián Llanes), con misiones, responsabilidades y atribuciones bien diferenciadas.

Este nombramiento viene a confirmar la importancia que el apartado patrimonial viene cobrando desde hace ya tiempo los bienes que posee la Iglesia y que, paulatinamente, están siendo objeto de conservaciones, rehabilitaciones y puestas en valor (como demuestra la intervención integral en el Oratorio de San Felipe Neri).

García Solano, por tanto, seguirá al frente del Secretariado Diocesano para el Patrimonio. Y al mismo tiempo, también seguirá desempeñando su cargo de gerente del Obispado de Cádiz y Ceuta. De igual forma, tampoco ha sido modificada por el momento la comisión permanente para el patrimonio histórico-artístico, en la que además de García Solano figuran otros siete representantes, entre los que hay laicos de reconocido prestigio en la materia y sacerdotes también versados (Ignacio Arenas Ibáñez, los hermanos Juan y Lorenzo Alonso de la Sierra Fernández, Antonio Sánchez Casa y los sacerdotes Juan Luis Roquette Gaona, Pedro Velo González y Luis Palomino Millán).