aventura Expedición por el río Ganges

Una expedición por el Ganges río abajo

  • Gonzalo Suardíaz recorre más de 2.500 kilómetros desde el Himalaya al Índico

El río Ganges es uno de los que encierra un mayor misticismo. Atravesando la India, es uno de los mayores centros de peregrinación de la religión hindú para bañarse en sus aguas o meditar. Además, también es el sitio donde se lanzan cientos de cadáveres a sus aguas.

El gaditano Gonzalo Suardíaz, ingeniero de telecomunicaciones de profesión, ha realizado una expedición por el Ganges junto a la esquiadora sueca Elin Benhard y el corredor madrileño Juan Antonio Alegre con una beca de la BBK. Un recorrido de más de 2.500 kilómetros, desde su nacimiento en el Himalaya hasta su muerte en el Océano Pacífico, que han realizado a pie, en bicicleta y en kayak. Todo esto en algo menos de dos meses, desde principios de octubre hasta finales de noviembre.

Gonzalo explica que la idea de esta travesía nace "con la convocatoria de la BBK de la beca La aventura de tu vida. En ella, había que proponer un viaje de aventura que fuera original". Tras pensárselo, "mandé un pdf con la descripción y nos dieron el premio".

En cuanto a la elección, Gonzalo cuenta que "en 2010, estuve trabajando dos meses en la India. El Ganges es algo más que sagrado para los hindúes. Es una forma de la diosa en la Tierra y en su valle viven 700 de los 1.200 millones de habitantes de la India".

Uno de los mayores peligros de la expedición, según Gonzalo, era "el tráfico en los tramos en bicicleta. Es caos y no existe ningún orden. Sin embargo, funciona porque llegan a donde quieren. Lo raro era que no nos pasara nada, pero no tuvimos ni el más mínimo roce".

Sobre el terreno, aspectos como la comida o la cama fueron muy importantes. "Ha habido mucha improvisación. En muchas zonas está prohibido comer carne, ya que las vacas son sagradas. Por eso, hemos tenido que alimentarnos con mucha fruta y complejos vitamínicos. En cuanto a dormir, lo hemos hecho en templos, casitas, pequeños hostales o albergues". Además, su experiencia anterior en la India le ha servido para "saber lo que vale todo porque intentan regatear a los extranjeros y tienes que pelearte con ellos".

Entre las dificultades, Gonzalo resalta los problemas para remar en el río. "Ver los cadáveres flotando cuando vamos en el kayak es duro, te entran dudas y te planteas todo", resume.

Otro asunto de vital importancia en una expedición de este tipo es la convivencia. Gonzalo asegura que "estoy sorprendido, ya que hemos hecho piña".

A pesar de la dureza de la expedición, el gaditano se queda "con los paisajes que se ven arriba en la montaña a más de 6.000 o 7.000 metros y en la zona de la desembocadura".

Tras esta experiencia, Gonzalo no recomendaría a sus amigos realizar este viaje. "No creo que mucha gente pueda hacerlo. La India es un país muy duro. Es una cultura radicalmente diferente, hay mucha suciedad y mucha gente que no lo disfrutaría".

Esta aventura no será la última para Gonzalo, que asegura que "lo intentaremos este año o el que viene". Para ello, la idea puede ser "la subida al Aconcagua desde el nivel del mar realizando trekking".

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