Andalucía

La sanidad se enciende

  • El sistema de salud se ha convertido en el segundo problema citado por los andaluces, una percepción general que ha ido tomando fuerza desde las primeras manifestaciones en Granada

La sanidad se enciende

La sanidad se enciende

Los ajustes presupuestarios que ha venido sufriendo el Servicio Andaluz de Salud (SAS) en los años de la crisis se ha traducido en una restricción de las plantillas y de los recursos asistenciales que hacen tambalear a la joya de la corona. Las multitudinarias protestas de Granada, surgidas ante la fusión hospitalaria en la ciudad, han tenido un reflejo, aunque desigual, en varias ciudades andaluzas. El último Estudio General de Opinión Pública de Andalucía (Egopa), realizado por la Universidad de Granada y publicado esta misma semana, ha constatado el descontento ciudadano ante los recortes al bastión de la Junta de Andalucía: la sanidad supera ya a la corrupción en el ranking de los problemas que refieren los andaluces. Para el Gobierno andaluz, la percepción del sistema sanitario se ha convertido en su principal problema detrás del desempleo. Si hasta ahora el caso de los ERE, o el de Invercaria, figuraban en el día a día del Parlamento, ahora es la sanidad el caballo sobre el que cabalga la oposición, PP y Podemos, contra el Ejecutivo.

Algunos problemas que estaban soterrados desde hace mucho tiempo han aflorado tras la crisis: aumento de las listas de espera, demoras que se alargan para pruebas diagnósticas e intervenciones quirúrgicas, dificultades para lograr una consulta con los especialistas, urgencias que se colapsan de manera cíclica, saturación de los profesionales y pérdida en calidad asistencial, entre otras cuestiones.

El talante para lograr el consenso con los sindicatos que han mostrado en múltiples ocasiones el gerente del SAS, José Manuel Aranda, y el consejero de Salud, Aquilino Alonso, el aumento del 5,5% en el presupuesto para este año en el servicio público sanitario, así como los esfuerzos de la Administración para la recuperación de derechos laborales perdidos en sus plantillas (tasa de reposición del 100%, recuperación de los contratos al 100% de la jornada, oferta pública de empleo y el proceso de interinización, entre otras medidas) no logran calmar las protestas ni el descontento ciudadano, al menos, de momento.

El presupuesto de sanidad ha aumentado en 2017 en 500 millones de euros, y se ha incrementado un 13% en los últimos tres años. Además, es ahora cuando los profesionales comienzan a recuperar los salarios, la jornada completa y cuando la Junta ha puesto en marcha un plan para dar estabilidad a los eventuales. Pero frente a estas mejoras objetivas se palpa un descontento que como una mecha se ha ido extendiendo desde Granada por muchas provincias. En Granada, la apertura de un nuevo hospital ha coincidido con un proceso de fusión que se ha encontrado en la calle con una respuesta masiva, casi nunca vista en esta ciudad.

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