Begoña García es una joven de 28 años que ha visto cómo una experiencia traumática ha tenido un final feliz.

Según ha relatado a algunos medios, en el mes de diciembre, estando embarazada, contrajo el covid. Su estado de salud obligó a los médicos a practicarle una cesárea de urgencia y a mantenerla ingresada en la unidad UCI del Hospital de La Línea, de donde logró salir al cabo de un mes.

Tras 30 días, el personal la condujo en silla de ruedas a conocer su hijo. Con una gran emoción, Begoña al principio ni se atrevía a coger en brazos al bebé por temor a que le faltaran las fuerzas suficientes para sostener al bebé. Las propias enfermeras la reconfortaron y animaron hasta que le pusieron a su hijo en brazos. Y a partir de ese momento, las lágrimas ya le impidieron expresar más palabras.

Begoña ya descansa en casa con su hijo, mirando el futuro con la ilusión de haber ganado una dura batalla.