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Los títulos universitarios se actualizarán cada dos años

  • La Junta priorizará los grados, másteres duales y la colaboración entre centros para adecuarlos a la demanda social y económica

Los títulos universitarios se actualizarán cada dos años

Los títulos universitarios se actualizarán cada dos años

En un intento de reordenar y hacer más eficaz el sistema de titulaciones de las universidades públicas andaluzas, se ha aprobado el primer decreto de ordenación de sus enseñanzas en la comunidad autónoma, que pretende dotar a los centros de una mayor flexibilidad para adaptarse tanto a la demanda social, como a las necesidades económicas y de empleo del lugar donde se asientan.

La medida, que será tramitada mediante la vía de urgencia tiene previsto echar a andar para la “primavera del año que viene”, cuando cada una de las diez universidades públicas andaluzas, deberá tener su mapa de titulaciones que, como principal novedad será planificado cada cuatro años y actualizado cada dos, además de priorizar los másteres duales, las enseñanzas internacionales y los títulos académicos abiertos, especialmente los estudios de ingeniería, que sufren cambios más profundos.

Para que los centros puedan adaptarse, tanto a la demanda social como a las necesidades económicas. Para que los centros puedan adaptarse, tanto a la demanda social como a las necesidades económicas.

Para que los centros puedan adaptarse, tanto a la demanda social como a las necesidades económicas.

En estos casos, se da prioridad a los itinerarios académicos abiertos, que permitirá a los alumnos escoger libremente asignaturas de diferentes títulos durante los dos primeros años, con entre 60 y 120 créditos comunes a dos o más de ellos. Cuando acabe ese periodo, los alumnos tienen que elegir continuar con una de ellas. El objetivo es acabar con la falta de titulados de varias ramas de la ingeniería que tienen una demanda laboral muy alta en toda la comunidad autónoma y de la que carece. Para ello, también se intentará impulsar atraer estudiantes en las etapas preuniversitarias.

Los objetivos están claros: conseguir una mejora continua de las enseñanzas universitarias, favorecer su adecuación al contexto socioeconómico y al tejido empresarial y elevar los niveles de inserción laboral de los titulados en cada una de ellas. No obstante, se ha querido dejar claro que, al margen de la rentabilidad social o económica de algunos de esos títulos, otros seguirán manteniéndose porque se busca en su permanencia otro tipo de intereses, como es el caso de estudios de Humanidades, como el de “lenguas semíticas, que no serán suprimidas en ningún caso”.

Desde 2010 Andalucía no ha podido ofertar nuevos grados, se quedó congelado el escenario y esto ha generado una gran disfunción, ha dificultado la planificación estratégica y ha hecho que las universidades disminuyan su competitividad, por lo que esta norma va a conseguir reorientar el actual mapa académico hacia una oferta que permita una mayor calidad, racionalidad y eficacia de la educación superior universitaria.

Las nuevas titulaciones que se impartirán con estos criterios se conocerán en la primavera de 2024 y se revisarán cada dos años, por lo que las diez universidades públicas de Andalucía ofrecerán para el próximo curso un total de 73.458 plazas y un catálogo de 1.500 títulos de grados y másteres.

La programación universitaria periódica que se contempla en el decreto se confeccionará a partir de las propuestas de las diferentes instituciones académicas y en ella se incluirán los títulos oficiales a implantar en ese periodo, con la correspondiente previsión temporal que se plantee.

Esa planificación deberá tener en cuenta, entre otros aspectos, la estructura socioeconómica del territorio y su tejido productivo, así como las potencialidades y necesidades de su mercado laboral, además de buscar el equilibrio territorial en la oferta para evitar duplicidades y carencias significativas Para incorporarse a esta programación, a las nuevas enseñanzas universitarias se les exigirá una demanda real tanto por parte de la sociedad como del estudiantado, que tendrá que fundamentarse en estudios y referentes externos.