“Tengo la obligación de tramitar el circuito si cumple, luego la Junta dirá si es viable”
Isidoro Gambín (PSOE) | Alcalde de Arcos
El regidor es tajante a la hora de apoyar el proyecto de velocidad, que se ha vuelto a presentar tras un primer rechazo y habla del esfuerzo realizado en sanear las arcas locales, el futuro turístico y el trabajo para frenar los deslizamientos en la Verbena
El alcalde de Arcos, Isidoro Gambín (PSOE), cumple cinco años al frente del Ayuntamiento gobernando con mayoría absoluta y con varias iniciativas de calado como la idea de apoyar el circuito de velocidad, un proyecto de accesibilidad del casco antiguo y la terminación de las obras para frenar los deslizamientos de la Verbena
–¿Se han visto muy desbordados los servicios sociales con la pandemia?
–En Arcos ha afectado bastante como en todas partes y por eso hemos triplicado el gasto en servicios sociales y lo hemos hecho con plena conciencia. Se ha triplicado el gasto, por ejemplo, en alimentos. Cuando antes dábamos diez vales a la semana, ahora son 30. Hemos triplicado el gasto para pagar recibos de agua, luz y el número de usuarios también se ha triplicado. Hay gente que ha perdido el trabajo y del día a la noche se ha quedado sin medios económicos. Este gobierno ha estado atento a estas circunstancias y ha tenido que gastar en esta pandemia el presupuesto asignado para el año de los servicios sociales. Pero no nos importa porque tenemos el resto del año para hacer modificaciones presupuestarias para seguir inyectando ayudas.
–¿Por dónde intuye que afectará en Arcos la crisis que se avecina por los efectos del Covid-19?
–Creo que los perjuicios serán menores de los previstos por las buenas expectativas que arrojan la actividad agrícola y la construcción en la zona. En Arcos el paro creció como en todos sitios debido al parón de la actividad y hubo una subida de 1.300 parados más, pero nos estamos recomponiendo. Llevamos dos meses consecutivos de bajada gracias a las dos actividades que he citado, que han recortado la cifra en 500 personas.
–Arcos se está configurando como un núcleo importante de la agroindustria con varias empresas fuertes y con productos como la zanahoria o el brócoli que se están exportando a Europa
–Se ha hecho una inversión en la industria agroalimentaria muy importante. Tenemos el modelo de la Pequeña Holanda, que da trabajo a mucha gente; una factoría en Jédula y otra en Buenavista, con una inversión de 3 millones. Notamos que se está duplicando la actividad agrícola en la ciudad. Eso ha producido mucho empleo que no sucedía desde hace tiempo en Arcos y es gracias a esas inversiones privadas.
–Hay alcaldes que en los momentos duros de la pandemia denunciaron falta de información, entre ellos, usted
–Los alcaldes hemos actuado de buena voluntad siendo intermediarios entre las administraciones y los vecinos. No había información oficial al principio de los datos de contagio. Lo que existía eran rumores. Yo me atreví a dar esa información, que me buscaba llamando todos los días a hospitales y centros de salud y me informaba de los casos en el pueblo. La Junta de Andalucía entendió que lo que hacía no era lícito y creaba alarma social y agravio comparativo con otros pueblos y yo entendía todo lo contrario. Me dijeron que no debía hacerlo y por respeto institucional lo dejé. Afortunadamente, al tiempo, ya se empezó a dar los datos oficiales.
–Se cumple un año de su segundo mandato, ¿qué balance hace?
–Hemos empezado este mandato con las ideas muy claras de por dónde gestionar después de sanear las bases económicas de este Ayuntamiento. La economía local se estaba activando hasta que ha llegado este parón por la crisis sanitaria. Hemos mejorado la economía de este Ayuntamiento y eso nos hace dar mejores servicios. También se nota la inversión privada que está tramitando el Consistorio gracias a las facilidades que estamos dando al empresariado. Tenemos proyectos importantes en un futuro próximo como una bodega, hoteles o el proyecto del circuito de velocidad, que se está tramitando nuevamente con un cambio sustancial para que cumpla con los requisitos ambientales y urbanísticos pertinentes.
– ¿No se enfadarán con sus vecinos de Bornos por lo del circuitpo? Ellos lo sienten como una amenaza y ustedes lo defiende como algo bueno para la zona
–No tengo ninguna intención de fastidiar a Bornos, con la que me une muchos factores, pero este alcalde tiene la intención de mirar por los intereses de su pueblo. Es una inversión económica muy importante que va a crear actividad y empleo en Arcos y en la zona. Quiero ser muy escrupuloso con el cumplimiento de las normas urbanísticas, acústicas y ambientales del circuito. Si el proyecto cumple tiene que seguir adelante y si no seré el primero en decir no. Como alcalde tengo la obligación de tramitar ese expediente si ese proyecto tiene los informes favorables de los técnicos municipales. Luego será la Junta la que decida si es viable o no y yo respetaré lo que diga. Creo que es algo que nos puede beneficiar, que cambia los objetivos del primer proyecto, que fue rechazado por la Junta, y que pasa de ser un circuito de competición a ser de pruebas, que traerá a grandes multinacionales para desarrollar motores eléctricos. No hay nada de contaminación.
–¿Cree que la gente piensa que ha pasado una travesía del desierto para enmendar las cuentas que heredó o asume ciertas críticas que hablan de pasividad en la gestión?
–Creo que los vecinos lo han entendido porque, de lo contrario, no habríamos ganado las elecciones y además, con mayoría absoluta. Nos hemos tirado cuatro años conteniendo el gasto porque era absolutamente necesario. Era obligatorio. Era inviable tener un Ayuntamiento que disponía de 700.000 euros mensuales de fondos de impuestos de los ciudadanos y asumir el doble de gasto en nóminas de trabajadores. Esa situación se ha arreglado. Hemos contabilizado los gastos pendientes que no lo estaban de gobiernos anteriores. Se deben pero se están pagando. Esa contabilidad se está normalizando y eso nos permite pagar las nóminas puntualmente. Nos permite dar mejores servicios porque podemos invertir como en Ecorreciclaje, la empresa de la basura, que ha cambiado todo lo que es el parque móvil. O como en la Policía Local, que tenía vehículos de hace 20 años y ahora son nuevos. Y los más importante, que estamos pagando deudas y a los proveedores con el gasto corriente. Que le pregunten a los proveedores desde cuándo no cobraban con asiduidad. Es importante plantar las bases de la gestión económica para seguir adelante. Es cierto que tenemos problemas como la limitación presupuestaria. Aunque tengamos liquidez tenemos los presupuestos prorrogados. Esos gastos que no estaban en la cuentas del Ayuntamiento los hemos tenido que contabilizar y eso ha limitado las partidas presupuestarios. De ahí las continuas modificaciones de crédito y reparos. Teníamos tantas deudas heredadas que se están pagando con las partidas presupuestarias. El Ayuntamiento tiene una liquidez superior sin subir los impuestos.
–Amagó con dimitir cuando la Justicia le reclamaba que respondiera con su patrimonio personal de las deudas del Ayuntamiento, ¿fue una puesta en escena?
–No, era real como la vida misma. Es muy injusto verte responsable de una deuda que tú no has generado, que viene de otros gobiernos municipales anteriores, y que la Justicia actúe contra tus propios bienes. Hice saber la injusticia que se estaba cometiendo conmigo en el Consejo General del Poder Judicial, en la Fiscalía y en el TSJA. Tuve que pagar en tres ocasiones multas de 500 euros por esto. No quería arruinar mi vida personal y familiar y esta situación me hizo pensar en dimitir. Pero bueno, yo ante las adversidades me crezco y lo que hice fue gestionar para sacar adelante este problema que me asfixiaba con multas coercitivas y embargos de mis propios bienes. Fue con la ayuda del Ministerio de Hacienda, a través de los fondos de ordenación, el medio para pagar estas deudas. Y esta situación se ha arreglado, consiguiendo préstamos con interés por debajo del 1%.
–¿Percibe que otros pueblos le han podido tomar la delantera a Arcos en materia turística?
–Tenemos un proyecto turístico muy importante para la ciudad. Somos referencia gastronómica, vinícola, monumental, cultural... Tenemos el Lago, senderos naturales, una playita, que tendrá una nueva ampliación en 150 metros, y estamos trabajando para aumentar las visitas al castillo; negociando la apertura de las iglesias y fomentando la promoción de Arcos. Tenemos de todo y estamos intentando reforzar estos atractivos para avanzar más. Rivalizamos con ciudades costeras que tienen playa. Y en eso, Arcos necesita atraer más un tipo de turismo que pernocte varios días, que es nuestra asignatura pendiente, y en la que estamos trabajando.
–¿Veremos la plaza del Cabildo sin coches con el proyecto de accesibilidad que han conseguido? Ha sido la asignatura pendiente de todos los alcaldes en los últimos 20 años
–Si algo tenemos es patrimonio monumental. Y llevamos dos años haciendo obras en el casco antiguo para una mayor accesibilidad a todos los que nos visitan y los que viven. Ahora tenemos un proyecto de 1,1 millones de euros, de fondos ITI, para la modificación desde el Paseo de Andalucía hasta el Arcos de Matrera, que significará la remodelación de la plaza del Cabildo. Y eso supondrá un antes y un después. Queremos que Arcos sea una mayor referencia con este cambio.
–¿Terminará en este mandato el tema de los deslizamientos en la Verbena. Es un problema que le ha quitado el sueño a mucha gente?
–Personalmente tengo la conciencia muy tranquila porque el objetivo, que era buscar cinco millones de euros para acabar con el problema, lo hemos conseguido yendo a Madrid, Sevilla y Cádiz. Se ha ejecutado la fase de inyección y quedan por ejecutar dos millones de euros más. El Ayuntamiento pondrá la puntilla con un proyecto Profea para reurbanizar la zona. Parecía toda una misión imposible, pero se ha conseguido gracias a la constancia y el trabajo de este equipo de gobierno.
El nieto del ordenanza que dormía en el salón de plenos
Confiesa que tiene una relación muy personal con el Ayuntamiento de Arcos. Y no es para menos. Su abuelo materno, Isidoro Jaén, fue ordenanza durante 40 años del mismo. Un hecho que marcaría al actual alcalde de Arcos, Isidoro Gambín, que acompañó durante largas noches a su abuelo en la Casa Consistorial de Arcos, ubicada en la magnífica y monumental plaza del Cabildo.
“Los ordenanzas de aquella época se quedaban a dormir en el Ayuntamiento porque había sólo un teléfono y si por algún motivo llamaban de noche tenían que ir a avisar al alcalde”, narra el regidor socialista, quien de niño lo mandaba su madre a dormir con el abuelo al Ayuntamiento para acompañarlo.
“Dormía con él en el mismo salón de plenos que hoy conocemos y recuerdo que me tiraba las noches en vela asustado mirando los cuadros de los personajes que hay en las paredes, que eran los mismos de entonces. Ahora cada vez que voy a un pleno me siento muy motivado, parece que estoy en casa. Mi abuelo me da mucha fuerza cuando presido un pleno, parece que me acompaña”, añade el regidor serrano.
La madrina política de Isidoro Gambín fue la ex alcaldesa de Arcos, Pepa Caro, quien lo reclutó entre 2003 y 2011 como concejal de Deportes para sus dos mandatos. Y de ahí pasó a la oposición durante el gobierno de colación del PP y la formación local de AIPro, que se sucedió hasta 2015. El actual regidor de Arcos, que lleva cinco años en el sillón de la Alcaldía, dice a las claras que en ese periodo de la oposición pasó la época “más mala de mi vida” porque no tenía ninguna experiencia política más allá del deporte y su gestión. Frente a él coincidió “con dos monstruos políticos como son Manuel Erdozain (AIpro) y Sebastián Ruiz (PP) que me dieron tanta caña que me hicieron ponerme las pilas para aprender muchísimo. Y gracias a ellos, tengo el conocimiento de la gestión política que tengo, porque me hicieron aprender y estudiar a marcha forzada con la caña que me daban. No tenía ni idea de las cuestiones urbanísticas y de otras áreas y eso me limitó”, rememora.
Así que llegaba a casa y se ponía a estudiar de noche, del orden de dos o tres horas diarias, para poder tener el conocimiento que le faltaba en la gestión municipal. “Eso fue una limitación que lo he superado con sacrificio personal. Recuerdo que hubo momentos que tuve hasta ganas de tirar la toalla, pero me superé”, añade Gambín. Dice el alcalde socialista, que es un deportista nato, que lo que más le gusta es tener contacto con los vecinos. “Es donde mejor me desenvuelvo”, apostilla. Y pone como ejemplo su labor en la radio municipal donde tiene un programa semanal y se enfrenta cuerpo a cuerpo con las quejas de los vecinos. “Lo que hago es responder con gestión e información, enfrentándome en directo. La gente puede llamar enfadada, pero entiende que el alcalde está ahí dando la cara para ayudar”, concluye.
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