La calle Ancha en la tarde del Martes Santo parece volver atrás en el tiempo. Cuando las puertas de San Pablo se abren la ciudad parece dar un salto al pasado y situarse nuevamente en pleno siglo XVIII de tanto esplendor. El clasicismo de la cofradía queda patente desde la Cruz de Guía hasta el paso de palio, con insignias que se mantienen inalterables en el tiempo y piezas que sigue ajenas a modas y evoluciones estéticas.
Este clasicismo además ha subido este año un nuevo peldaño, con un acompañamiento musical a los dos pasos que rebosaba corte rancio con las marchas de siempre de cornetas y tambores y también con composiciones que muy puntualmente se escuchan en los tiempos actuales y que se han cuidado en el repertorio de Ecce-Homo. Empezando por la composición del mismo nombre de la cofradía, la que realizara Escobar y que muchos consideran el himno de la Semana Santa gaditana.
El aire dieciochesco de la hermandad y de ese entorno urbanístico en el que da sus primeros pasos permitió disfrutar del paso del Señor del Ecce-Homo, con ese característico manto rojo que precisamente esta Cuaresma ha sido protagonista de uno de los programas de la serie cofradiera emitida por segundo año en Canal Sur Televisión; programa en el que participó el periodista José Yélamo, que asistía feliz a la salida de la que es su hermandad justo frente a la puerta de San Pablo.
Con el cortejo siempre pegado a la hermandad de Columna, Ecce-Homo regalaba un gran Martes Santo en lo patrimonial y en lo musical hasta que la lluvia hizo acto de presencia cuando la cruz de guía estaba en la plaza de la Catedral, el paso de misterio en Pelota y el palio por San Juan de Dios. Un esperado invitado a la noche del Martes que obligó a la hermandad a apresurar su camino a Catedral.
Al filo de las doce de la noche, una hora después del horario previsto, la cofradía retomaba su camino a la iglesia de San Pablo, siendo ya la única hermandad que quedaría procesionando en este deslucido Martes Santo.
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